Apuntes de la Directora
Puede que a ti te guste o puede que no
pero el caso es que tenemos mucho en común.
Bajo un mismo cielo, más o menos azul,
compartimos el aire
y adoramos al sol.
Los dos tenemos el mismo miedo a morir,
idéntica fragilidad,
un corazón,
dos ojos y un sexo similar
y los mismos deseos de amar
y de que alguien nos ame a su vez.
Puede que a ti te guste o puede que no
pero por suerte somos distintos también. (…)
Joan Manuel Serrat
Durante mucho tiempo nos enseñaron a movernos y pensar en los extremos, entre lo bueno o lo malo, blanco o negro, iguales o diferentes, y podríamos seguir enumerando parejas ‘antagónicas’… nos enseñaron –quizás, muchas veces, sin querer- que teníamos que centrarnos en las acciones y no en las personas; quiero decir, aprendimos a juzgar por los hechos y no comprender a las personas.
Las diferencias siempre son más sencillas y fáciles de encontrar que aquello que nos hermana.
En este tiempo tan complejo, tan binario, lo más fácil es encasillar a las personas según sus actos, pensar que ellas son quienes definen su presente, y que su contexto e historia nada tienen que ver. Nos acostumbramos a mirar a lx otrx sin mirarlx, deshumanizándolx, pensándolx sin sentimientos, emociones ni dolores. Por eso, juzgarnos es muchísimo más sencillo que acompañarnos.
Ante una sociedad que nos invita al individualismo, a consumir, a no pensar; la respuesta es ser y construir comunidad. Un grupo de personas que nos sostengamos, acompañemos y animemos; que podamos reconocer las diferencias como riqueza y que eso nos ayude a llegar a nuevas reflexiones. Por supuesto, construir comunidad que tengan lazos fuertes y sanos no es tarea sencilla, al contrario, es un desafío muy complejo; pero también es una invitación interesante. Entonces, si la tarea es construir comunidad, ¿qué aporto yo? Aquí empiezan a surgirnos más interrogantes que certezas, al menos a mí, me pregunto si mis actitudes incluyen, si mis opiniones suman, si mis palabras sanan o hieren. Me pregunto si soy capaz de ser empática, dejar de opinar sobre la vida de lx otrx y acompañar. Ese es otro desafío necesario para construir comunidad, animarnos a pensarnos, animarnos a la deconstrucción.
Nuestros caminos, recorridos y metas son diferentes; como también pueden serlo nuestras formas de vivir la fe, nuestras opiniones y sentires. Lo cierto es que coincidimos. Nos encontramos, coincidimos, en el aquí y ahora de nuestras comunidades, nos une un Dios de amor, tierno y paciente que nos abraza ¿Pueden las diferencias romper ese lazo?
La mesa está servida, la invitación está hecha. Encontrémonos auténtica y genuinamente.
DaianaGenre Bert