¡SÍGANME!

Leer en la biblia: Mateo 4:12-23

Jesús comenzó su ministerio itinerante utilizando como escenario principal los caminos, las sinagogas, las casas de las gentes, las orillas. “Desde entonces comenzó a proclamar: Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca”.

En su marcha a orillas del Lago de Galilea, un lugar básicamente dedicado a la pesca, el comercio y el trabajo, donde la vida y la diversidad fluían en sus aguas y en su entorno fértil en tierra e ideas, Jesús llamó a personas que lo acompañaran, varias de ellas eran pescadores. A partir del trabajo diario de estos trabajadores que conocían y ejercían perfectamente porque de ello dependía su sustento, Jesús construye la metáfora de “pescar hombres”, idea clave en ese contexto para que discernieran realmente en qué consistía la tarea de proclamar que «el reino está cerca” y que es necesario compartir el mensaje con más personas.

En su caminar, en cada lugar, Jesús “enseñaba, anunciaba la buena noticia del reino y curaba a la gente de todas sus enfermedades y dolencias”. Las personas necesitan –necesitamos -en todo tiempo ser escuchadas, curadas, contenidas. El llamado está tan vigente hoy como entonces. La duda es cómo voy a “pescar personas” si desconozco esa tarea, y no me atrae ni motiva. Nuestras actividades o profesiones nos marcarán las pistas, en lo que sabemos hacer está la oportunidad y las herramientas para encontrar a quiénes y de qué manera dirigirnos. No iremos a “pescar” las personas, en cambio podemos enseñar, curar, acompañar, asesorar, predicar, cocinar, orar y mil acciones más, todo lo que implica anunciar la buena noticia del reino, aquí y ahora, rescatando de aquella tarea valores esenciales como la paciencia, la entrega y la convicción.

“¡Síganme!” La sorpresa del llamado y de la respuesta está en cada vuelta del camino, en cada multitud, en cada soledad.

Febe Barolin

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.

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