ALÉGRENSE Y LLÉNENSE DE JÚBILO

«Dichosos los que reconocen su necesidad espiritual, pues el reino de Dios les pertenece» Mateo 5:3

Leer en la biblia: Mateo 5: 1-12

Estos versículos son conocidos como el sermón del monte. Jesús recorría Galilea predicando en las sinagogas, en casas, a la orilla de los lagos. La gente lo seguía y él los curaba de distintas dolencias y enfermedades. Paralíticos, endemoniados, mucha gente de los pueblos cercanos a los lugares por donde él pasaba, se congregaban y llevaban sus enfermos para recibir su bendición.

Al ver la multitud que lo seguía, Jesús sube al monte. Con él van también sus discípulos. Entonces Jesús se sienta y comienza a enseñarles estas hermosas bienaventuranzas.

Por medio de esas enseñanzas, Jesús nos muestra también a nosotros el camino, las puertas que conducen al Reino de Dios. Su Reino está al alcance de todos. Es un lugar donde no existe discriminación de raza ni posición económica. Todos podemos estar en él, lo único que nos pide es que nos arrepintamos de nuestros pecados y sigamos su camino.

Jesús llama a las personas tristes, a las que buscan consuelo, a las de corazón humilde, las que tienen hambre y sed de justicia, las que tienen compasión por los y las demás, las de corazón limpio, las que procuran y luchan por conseguir la paz.

Desde que Jesús murió por nuestros pecados ha pasado mucho tiempo, pero su propuesta sigue en pie. Jesús nos continúa invitando a seguirlo. Las puertas siguen estando abiertas. ¿Que estamos esperando para aceptar su invitación?

Graciela Bounous Beux

Gálvez – Comunidad de Colonia Belgrano, Santa Fe, Argentina.

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.

Un comentario

Los comentarios están cerrados.