Leemos en nuestra Biblia: Juan 1:6-8, 19-28
Seguimos transitando el Adviento, este tiempo de espera atenta de la manifestación de Dios. Días de nuevas esperanzas, de revisiones, de preparación, y de movimientos hacia un nuevo encuentro con Jesús: la luz que brilla en medio de las tinieblas, la luz que las tinieblas nunca podrán apagar.
“Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyeran por lo que él decía. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz”. Juan 1,6-8.
Adviento también es invitación a ser testigos. ¿Quién es para nosotrxs Jesús, cómo su luz ilumina nuestras vidas y las transforma con su gracia? ¿cómo su luz nos orienta, nos pone en camino, nos compromete?
“Cuando las autoridades judías enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle a Juan quién era, él les dijo: —Yo no soy el Mesías. Le volvieron a preguntar: —¿Quién eres, pues? ¿El profeta Elías? Juan dijo: —No lo soy. Ellos insistieron: —Entonces, ¿eres el profeta que ha de venir? Contestó: —No. Le dijeron: —¿Quién eres, pues? … Juan les contestó: —Yo soy una voz que grita en el desierto: “Abran un camino derecho para el Señor, tal como dijo el profeta Isaías”. Juan 1, 19-23.
Que este Adviento se vuelva tiempo oportuno para dar testimonio de Jesús luz del mundo, quien trae esperanza y da sentidos nuevos a las vidas.
Que el proyecto de vida plena para todxs en el que Jesús nos incluye, nos interpele e inspire. Que nos mueva de los lugares cómodos y nos lleve al encuentro de la manifestación de Dios. Que nuestras voces se escuchen. Que nuestros pies estén dispuestos a abrir caminos y transitarlos.
Que nuestros pasos nos acerquen poco a poco a esa tierra y cielo nuevos que necesitamos sentir y comenzar a disfrutar en este tiempo difícil. Espacios y gentes con menos indiferencia, con más empatía y equidad, con tiempo y ganas para la alegría, la comunión, el encuentro.
Que Cristo que es la luz, ilumine los caminos para que podamos ver la realidad. Que en esa realidad nuestros testimonios se hagan voz y gestos concretos de amor, adelanto de buenas noticias que quieran ser compartidas.
Claudia Tron
Pastora comunidad Valdense Paraná/Santa Fe