“La alimentación y la espiritualidad son vibraciones y están relacionadas”, taller sobre alimentación y cocina para fortalecer el sistema inmune

¿Cuánto sabemos sobre la relación entre los cambios de estación, la comida y el fortalecimiento de nuestro sistema inmune? ¿Sentimos la conexión entre el alimento y la bebida que entra por nuestras bocas y nuestra espiritualidad individual y colectiva? ¿Qué importancia tiene la comida compartida en comunidad?

Los días 25 y 26 de junio de 2022, se realizó un retiro sobre alimentación saludable y de estación, vinculado a la espiritualidad de la cocina, en el Centro Emmanuel, Uruguay.

Alrededor de unas 30 personas compartieron saberes y búsquedas relacionadas a la alimentación saludable y de estación. Para ello, se tomaron recetas tradicionales y se las resignificaron para convertirlas en alimentos que preparen y fortalezcan al sistema inmune para los cambios de la estación, en este caso, otoño-invierno, a través de un taller a cargo de la Fitoterapeuta y Terapeuta en Alimentación Saludable, Andrea Kalmbach.

Inicialmente, durante la tarde del sábado se llevaron a cabo distintas dinámicas inclusivas, con el objetivo de que los presentes se conozcan y analicen su conocimiento previo sobre alimentación saludable. En este contexto, desde el equipo de ecoteología del Centro Emmanuel se profundizó en el hecho de imaginar las comidas junto a Jesús, de cómo las y los discípulos se reunían a cocinar, a compartir. Y de esta forma, ver la cocina como un espacio de salud, donde la charla y el trabajo conjunto ayuden a amenizar y a recuperar la salud que tiene que ver con el vivir en comunidad. 

Posteriormente, el día domingo se inició el taller, a cargo de Andrea Kalmbach, en función a tres ejes conceptuales: a) las estaciones del año, su energética e incidencia en el equilibrio de la salud desde la alimentación; b) microbiota y  alimentación (cómo mantener saludable y fortalecer la microbiota desde la alimentación); c) Etiquetas alimenticias. La relación entre los alimentos que producimos y son producidos por quienes conocemos y los «alimentos» o «productos comestibles»,  elaborados por la industria. 

Con respecto a uno de los ejes principales del encuentro, la manera en la que debemos prepararnos para el cambio de estación, Andrea Kalmbach explicó: “Así como cambia el clima, cambia el follaje de las plantas y los productos que nos brinda la tierra con cada estación, también ocurren transiciones en nuestro organismo con necesidades distintas en cada época y que están asociados a la energía y al clima de cada período del año. Al realizar una alimentación basada en productos de la estación, de producción local y fresca, (rica en consumos de hierbas, semillas, granos, raíces, hojas y frutas) y con el mínimo agregado de productos envasados industrialmente, vamos a estar preparados a acompañar el cambio estacional con más armonía y equilibrio”. 

Por otro lado, durante el encuentro se trabajó sobre la temática de ser huéspedes de la creación. Esto significa que el ser humano habita un lugar que debe y necesita cuidar. Sobre esto, Andrea indicó: “nuestras acciones y la vida que desarrollamos: formas de producir, de consumir, de relacionarnos, de conocer, de investigar, etc. deben resguardar y respetar a quienes y lo que nos rodea. Como huéspedes somos invitados a transitar por la creación y esta invitación nos otorga una responsabilidad de cuidar aquello que hoy nos beneficia para que esté disponible de manera íntegra y saludable para aquellos que estarán luego de nosotros. Y ésto mismo se manifiesta también en la producción de nuestros alimentos”. 

Si se piensa en que el ser humano es huésped de la creación, debe existir un vínculo entre la espiritualidad con el ritual de la comida, o ¿solo importa el tipo de alimentos que ingerimos? Sí, existe una relación y parece ser que es más profunda de lo que solemos imaginar…

“Si pensamos que la alimentación saludable nos fortalece, nos nutre, esto debe guardar una estrecha relación no solo con el tipo y calidad de alimento según la estación y origen, sino que debe existir una vínculo con nosotros mismos o quien lo produce, dado que ese alimento se nutre con la tierra, con el aire, con la lluvia. Es decir, tiene las partículas del polvo que respiramos y va a estar en sintonía con nosotros/as. Todo lo contrario a un producto que nos provee la industria, que por lo general, son productos enajenados de su origen, procesados, refinados y enriquecidos con otras sustancias como aditivos, colorantes, saborizantes, sustancias sintéticas”, expresó Andrea. Luego, agregó: “estos dos tipos de alimentos van a incidir de manera diferente en la fortaleza del sentir y pensar como seres integrales, como organismos vivos, porque una alimentación que viene de la tierra, del entorno que forma parte de la creación, nos va a facilitar una conexión con la espiritualidad, al contrario de un producto comestible de la industria”. 

Finalmente, en resumen, es importante tener en cuenta que cuando el ser humano, como ser de la creación, se carga con información industrial, no estaría activando el contacto y la sensibilidad de sus emociones, y como consecuencia, el sistema inmunológico no estaría fortalecido. Y más aún si su relación con los alimentos es desde el individualismo, el consumo y no desde el compartir y armonizar en comunidad.


Andrea Kalmbach forma parte de la pastoral de la Soberanía Alimentaria. Proyecto que se enmarca dentro de la Pastoral de la Salud, del Centro Ecuménico de Encuentros Dietrich Bonhoeffer / CEEDB, en el distrito de Misiones de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.

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Un comentario

  1. Que experiencia valiosísima nos están compartiendo!!!!
    Desde el «vamos «, q es tener a lo alimentos saludables para nuestro cuerpo, q en este caso se hace hincapié , para aportar lo mejor para q la microbiota de cada persona, reciba todos lo s nutrientes necesarios para q nuestras defensas sean óptimas, q también actuemos con conciencia q el alimento proviene de lo q el Señor nos ha proveído, tierra , agua, luz( sol), y sea preparado con AMOR, Aquí la espiritualidad, carga positivamente todo lo q le brindamos a nuestros cuerpo!!!
    Seguramente no fue claro lo q expuse, pero si, todo el informe q brindaron uds.
    Felicitaciones Centro Emmanuel por enriquecernos a todos con sus valiosos aportes, para bien de todos!!!
    Dios los siga bendiciendo!!!!

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