Cada año, uno de los temas importantes sobre los que debe decidir el Sínodo Valdense en Italia es si extiende o no el servicio del o la moderadora hasta la próxima asamblea. Este año, el sínodo votó a favor de la continuidad de Alessandra Trotta como Moderadora, por al menos un año más.
Alberto Corsani entrevistó a Alessandra Trotta, en nombre de la publicación protestante italiana Riforma. Lo siguiente es un extracto de esa entrevista:
En Europa nos enfrentamos a una pandemia, a una guerra en Ucrania, a tensiones sociales, incertidumbre económica y política, así como a una emergencia ambiental. ¿Dónde pueden nuestras iglesias encontrar la fuerza para seguir adelante?
Cada página del informe de este año de la Tavola al Sínodo está marcada, por un lado, por la tensión entre la «realidad» tal como es, con todas sus contradicciones, fealdad y fragilidad; y por el otro, por la «promesa» de Dios que transmite fuerza, coraje y confianza. Es de esa tensión de donde sacamos fuerza, aunque no siempre podamos explicar cómo sucede.
Un problema al que se enfrentan los y las cristianas es saber cómo hablarle a un mundo secular que considera anticuado cualquier discurso sobre Dios y Jesús. ¿Nuestro problema es solo que el lenguaje que usamos en nuestras iglesias está desactualizado, o es la naturaleza radical del Evangelio en sí mismo, independientemente de las palabras que usamos para describirlo, lo que «asusta» a nuestros contemporáneos?
Creo que ambas preguntas juegan un papel importante. Es difícil expresar el mensaje evangélico en toda su fuerza liberadora de manera significativa o incluso comprensible para la gente de hoy en día. Por otro lado, el Jesús del que hablamos no puede ser domesticado para ser más «entendible» para nuestros contemporáneos. Jesús no puede ser subordinado a la injusticia, la discriminación o la violencia. Por lo tanto, muchas personas siempre considerarán que el verdadero Jesús del que queremos hablarles es demasiado peligroso o demasiado incómodo o demasiado exigente.
Alessandra Trotta es la Moderadora de la Tavola, el organismo que representa oficialmente a las iglesias Metodista y Valdense en sus relaciones con el Estado y las organizaciones ecuménicas. La Tavola está compuesta por siete personas, entre ellos/as pastores/as y laicos/as, con nombramientos anuales renovables por un máximo de siete años.
Alessandra Trotta, la primera mujer metodista moderadora, fue ordenada diácona en 2003. Dirigió el Centro Diaconal La Noce en Palermo, en la isla de Sicilia, de 2002 a 2010. También se desempeñó como presidenta del organismo metodista, OPCEMI, desde 2009 a 2016.