Viento, fuego, movimiento, celebración, canto, alegría, sonido… Palabras que provocan sensaciones, emociones, suaves melodías y colores intensos que estimulan los sentidos. Pentecostés… Espíritu de Vida que se revela… Tiempo de sentir y experimentar en comunidad aquello que nos trae el viento que nos moviliza y el fuego que nos quema. La brasa es de Dios pero nosotros y nosotras su pueblo, somos quienes debemos luchar por mantener el fuego y el calor, el viento y la frescura, el canto y el amor.
Que el Espíritu de Vida se manifieste en medio de nuestras comunidades y podamos reconocer su presencia en cada uno y cada una al escuchar su voz que se revela de diversas maneras, proclamar su amor, repartir esperanza y ofrecer testimonio de una palabra nueva y liberadora. Basado en Juan 15:26-27.
Marta Garnier, por Mesa Valdense