El 24 y 25 de agosto se llevó a cabo en Colonia Belgrano la Asamblea del Presbiterio Norte Argentino (PNA), esta vez, según lo decidido en el año 2021, la instancia asamblearia tal como lo marcan los estatutos se transforma en un espacio de formación colectiva. Es por eso que, en sintonía con la conmemoración de los 850 años del Movimiento Valdense caminando a la luz del Evangelio, la convocatoria fue pensada como “Vigencias y desafíos de nuestra historia” desde el equipo pastoral del PNA, Teshuvá.
Con la dinámica de taller, el encuentro se organizó con un fuerte énfasis en lo celebrativo que comenzó con un recorrido por la historia del Movimiento Valdense en vínculo con nuestros procesos contemporáneos. Vale resaltar que los diversos momentos del encuentro tuvieron la intención de una lectura de la realidad actual de nuestras comunidades a la luz de los Evangelios, con un estudio bíblico que permitió el enriquecimiento del proceso. La premisa de que lo comunitario es una fortaleza y un desafío fue parte de las instancias de trabajo grupal y plenarias que se dieron durante los días compartidos.
Siendo esta instancia un proceso de poner en diálogo experiencias personales y comunitarias, lo colectivo es trascendental para tensionar las dinámicas y volver a encender el fuego, tomar fuerza e impulso para continuar trabajando en cada una de las comunidades. Por eso, la decisión de referentes comunitarios de comunicación del PNA fue compartir algunos testimonios que representan la diversidad de comunidades y que sea un reflejo del encuentro intergeneracional, porque aquí hay palabras de personas de 15 años y de más de 70.
La Asamblea Presbiterial Ampliada es un espacio que tenemos desde hace varios años, en tanto la segunda instancia asamblearia, que corresponde a agosto, la destinamos a una capacitación. Ya hace un tiempo, como iglesias del Presbiterio, nos preguntamos cómo promover cambios que ayuden a que la iglesia siga viva, que den testimonio del Evangelio, que reanime el espíritu de misión, la diaconía. Esta vez, participaron el doble de personas que el año pasado, más de 60, y con espíritu de aportar. Todos y todas venimos con reflexiones, los grupo de trabajo traen mucho contenido para compartir en plenario. Ese es un indicador interesante. Creo que hay una expectativa importante, hay una necesidad de comprometernos con estos desafíos que nos impone ser Iglesia Valdense hoy.
Eduardo Obregón
Integrante del equipo coordinador de la instancia de la Asamblea Presbiterial Ampliada y pastor de El Sombrerito, Reconquista y Barrio Nuevo
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Realmente, siempre, lo que nos deja, lo que nos llevamos cada uno, es que en la era de la tecnología y de lo virtual, estar, darse un abrazo, escucharse, mirarse profundamente a los ojos, contarnos cómo estamos; eso siempre nos gratifica, nos da energía para seguir adelante en el día a día. Siempre pensando en vivir en comunidad y tratar de ayudar, dejarnos ayudar. Son épocas muy lindas para poder estar comunicados, pero a la vez también tenemos que fortalecernos mediante este tipo de encuentros.
Enrique Gaydou
Comunidad de Colonia Belgrano
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Muy lindo encuentro, la verdad que la expectativa de participación no era tan amplia como lo fue. Venía a acompañar a la delegación de San Gustavo – La Paz a participar de esta asamblea ampliada, pero realmente participé, eso es lo que sentí. Participé, aporté y me sentí realmente incluida en esta iglesia. ¿Por qué digo incluida? Porque por ahí, como lo venimos conversando en los grupos entre ayer y hoy, múltiples actividades que hacen a la vida diaria de cada uno, no sólo de la comunidad, sino de cada uno en particular, hace que vayamos dejando algunas cosas de lado y lo que realmente vale, llena, lo que debe estar primero va quedando un poquito relegado y realmente hoy, estos días, me han dado vuelta un poco esa perspectiva, así que muy, muy lindo. La verdad es que me voy muy llena de comunidad.
Myriam Barolín
Comunidad de La Paz – San Gustavo
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Fue una linda experiencia el hecho de reencontrarme con un montón de personas que no veía hace un tiempo. Además, es una etapa de formación interesante, sacás mucho de los testimonios, de lo que van surgiendo en los grupos, está bueno. Creo que el trabajo intergeneracional está bueno porque tenés varias miradas y vas mezclando con lo que pasaba antes y ahora. Está buena esa experiencia.
Rocío Bounus
Comunidad de Colonia Belgrano – Gálvez, Santa Fe
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Esta experiencia, para mí, fue totalmente enriquecedora. Si bien es mi primera vez que participo en un presbiterio, y por eso no opiné mucho, pero lo que escuché y el aprendizaje que me dejó fue para poder seguir caminando en este camino de comunidad, con muchos desafíos, por cierto. Además la impresión que yo me llevo es que otras comunidades que participaron acá, por ejemplo, tienen mucho más obstáculos para poner en práctica lo que aprendemos. Y nosotros, con pocos recursos, veo que caminamos más, y eso me enorgullece. Este encuentro en particular a mí me enriqueció mucho, y como persona me siento orgullosa de ser parte de esto, porque siento que no estoy caminando sola.
Griselda Ramírez
Comunidad de El Sombrerito – Reconquista – Barrio Nuevo
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Fue una experiencia muy enriquecedora porque si bien pertenezco a la iglesia, siempre fui miembro de la Iglesia, en muchos momentos nos alejamos por cuestiones personales, cuestiones de la vida misma que nos lleva a ocupar los tiempos en otras cosas o no darle prioridad a la iglesia y fue muy enriquecedor. Más allá de todo lo que pudimos compartir recordando toda nuestra historia valdense y los 850 años, también pensamos en cómo podemos construir en comunidad, cada uno como pueda, desde el lado que pueda. El desafío es que sigamos siendo comunidades, que no nos apartemos en forma individual y también que haya hermandad entre las comunidades, tanto de los presbiterios como a nivel rioplatense.
Marianela Barolin
Comunidad de Paraná – Santa Fe