ANIMARNOS EN EL CAMINAR DEL AMOR
Leer en la biblia: Mateo 5:13-20
Dejarse interpelar por Dios para hacer su voluntad no es, de hecho, algo natural, no está en el orden de la naturaleza…sino que forma parte del orden de la GRACIA (María Bonafede)
Por esa gracia, al ser interpeladas, llamados, invitadas a formar parte del proyecto de Dios (que es el Reino de los cielos para Mateo en este caso) es que nos hacemos/somos sal y luz.
Sal que es gusto, sabor, sentires y saberes; una manera de decir sentido en y para la vida (me gusta la palabra ‘jeito’ del portugués que a eso hace referencia). Esa es la tarea a la que somos convocados y convocadas.
Luz que es posibilidad de discernimiento, búsquedas orientadoras, faros, señales de caminos posibles. Eso es lo que se nos propone que seamos. Y hay que recalcarlo, hay que leerlo y ‘masticarlo’(“rumiarlo”) muy bien; no es un ‘puede ser’, no es un ‘vamos viendo’…’cuando tenga tiempo y ganas’….
Es en presente, sois/son. Es una praxis bien concreta y comprometida (praxis: la acción, el hacer concreto y la reflexión)…y es en el marco de los mandamientos (la Ley y los Profetas) – que se resumen en el amor vivido plenamente. Sumando, incluyendo, solidarizando, integrando, jugando, riendo, llorando…o sea VIVIENDO.
Quien lo dice es aquel que lo hizo en plenitud, y quiere/posibilita que nosotras y nosotros lo hagamos también. Sabe de nuestra debilidades, de nuestros temores, de nuestras renuncias…y renueva igual su llamado. Y habla en plural, y eso está bueno y tampoco debemos perderlo de vista porque solas no podemos, porque solos es mucho más difícil…y que lindo es cuando nos juntamos, cuando nos animamos mutuamente en el caminar del amor.
«Dios nos invita a celebrar, ¡vamos ya! Una fiesta en la que todos y todas pueden hoy estar. El nos invita sépanlo cuando van…¿qué esperamos? ¿por qué no vamos? Llamen a los demás.» (Canto y Fe, 336 ).
Pastor emérito Ariel Charbonnier