Apenas hace unos días atrás, Dan González-Ortega y Yeled Subim González Montalban presentaron su “Manual para la Construcción de Comunidades Religiosas Seguras”. Dan, coautor del libro, es pastor en la Iglesia Presbiteriana en Estados Unidos (PCUSA), Co-moderador del Caucus Nacional Presbiteriano Hispano/Latino y, actual director de Justicia y Comunión de la Alianza de Iglesias Presbiterianas y Reformadas en América Latina y el Caribe, AIPRAL. Él, comparte ahora con la comunidad valdense cómo nace este manual y algunos de sus objetivos.
La búsqueda principal fue impactar positivamente en la vida de las iglesias de AIPRAL, tratando de construir justicia, construir comunión. Realizamos un análisis de las iglesias que son sumamente diversas en la región y vimos como un punto común la necesidad de construir espacios seguros, libres de violencia, libres de acoso y abuso. A partir de allí es que generamos este material, un pequeño manual de 147 páginas donde intentamos hacer una propuesta teológica fundamentada en la ternura de Dios. Sin embargo, no es un texto explícitamente teológico, sino que la teología habita el texto, habita la intención del texto.
El manual proporciona orientaciones, recomendaciones, es una propuesta pedagógica sobre cómo lograr espacios seguros en los sitios concretos donde las iglesias se reúnen. El texto contiene una serie de pistas para construir un mejor trato en templos y espacios religiosos, sobre todo para con los sectores vulnerables de las congregaciones, es decir, niñas, niños, adolescentes, juventudes, personas adultas mayores, y también, personas con discapacidad. La idea es ayudar a las comunidades a conducirse con mucha responsabilidad y, también, a saber cómo actuar cuando se sospecha de una situación de abuso, y a cómo reportarlo en el entorno religioso. Cabe destacar que un reporte no es una denuncia, aunque sí puede dar origen a un proceso donde se busque la acción de la justicia.
Al ser este un manual, su lectura es muy dinámica, se puede saltar de un tema a otro, de un capítulo a otro. Podemos acudir al manual según el tema de nuestro interés, o el contexto en el cual nos encontremos para poder realizar una actividad con estos sectores de las congregaciones o las comunidades religiosas. Este material es muy general sobre un tema sensible y amplio, tiene que ver con la diversidad de nuestras comunidades latinoamericanas y caribeñas, con el desafío de adecuarse al contexto de cada país, cada tradición religiosa, cada comunidad.
En este sentido, los desafíos que tienen por delante nuestras comunidades es la construcción de protocolos*, para que cada congregación tenga una guía básica sobre cómo actuar en determinadas circunstancias. Quizás es muy duro, pero la seguridad no es una democracia; brindar seguridad no puede quedar en vilo ante la especulación. Hay conductas que simplemente no pueden permitirse, no es una cuestión de decisiones subjetivas y tampoco se pueden conceder permisos o excepciones para circunstancias concretas de acoso o abuso. Entonces el primer desafío es generar sus propios protocolos, que son potenciados con materiales como este manual, por ejemplo.
Para culminar, cuando referimos la ternura en el subtítulo del libro, no lo entendemos como suavidad; la ternura, proponemos tácitamente, es ese trato de amor con firmeza, en estos casos concretos cuando tiene que decirse categóricamente: “no”.
En un desarrollo teológico mucho más profundo, para mí la palabra Ternura -con T mayúscula- puede ser considerada uno de los nombres de Dios, resulta una referencia concreta de la “Brisa Santa” de Dios, una traducción posible de “Paracletos” en el Nuevo Testamento. Esa Ternura-Consuelo-Defensoría que te abraza, pero sale al quite y aboga por ti.
Personalmente creo que la Ternura Sagrada es aquella que te acoge firmemente, te cree y, está de tu parte en situaciones de violencia donde te han convertido en víctima.
Este manual quiere coadyuvar a la construcción efectiva de espacios religiosos seguros para todos y todas.
La distribución de este material se realiza a través de AIPRAL. Cada una de las iglesias de la Alianza tendrá sus ejemplares.
*La Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata puso en vigencia el Protocolo de Acción ante Situaciones de Violencias basadas en Género y Generaciones en la Asamblea Sinodal del 2022. El documento es un instrumento que busca asesorar a las comunidades sobre su actuación en situaciones de violencia.