Compartir, crear, volver a compartir

Durante el 13, 14 y 15 de septiembre se llevó a cabo el REC, Campamento Musical intergeneracional, que tuvo como objetivo fomentar la creatividad y producción musical en la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata en el marco de los 850 años del Movimiento Valdense. En diálogo con la Comisión de Música*, compartieron algunas primeras impresiones de la actividad y este es el resultado. 

Hacemos un primer balance muy positivo, nos llevamos una sorpresa porque luego de que las inscripciones vinieran bajas, sobre el final se logró formar un grupo muy lindo de unas 20 personas que nos permitió hacer las dinámicas planificadas. Creemos que la propuesta, al ser un campamento bastante abierto para que cada una de las personas participantes pudiera optar con libertad qué hacer, fue bueno para que se desarrollara con soltura y se lograran producciones muy buenas y de mucha calidad. 

En este sentido, la heterogeneidad, la diversidad del grupo, tanto en término de edades como de formas de participar en la iglesia y, también, de los vínculos con la música, le dió una fluidez muy especial. Lo que cada persona traía era tomado, todo sumó, todo era parte de otra cosa. Las distintas islas de trabajo funcionaron muy bien, fluyeron de tal manera que todo lo que iba, volvía de una manera diferente o era tomado por otra.

El campamento fue básicamente de producción musical y se generó un material muy valioso, hubo creaciones completamente nuevas y otras que se tomaron cantos de fe y cosas muy conocidas para hacer reversiones. También se tomaron creaciones ya hechas, había letras, acordes, algunas estaban grabadas y se hicieron de nuevo para tener otras versiones. 

Sin duda, esta experiencia está muy fresca todavía y queda muchísimo material para editar y elaborar. La idea es seguir procesando todos esos insumos para ir compartiendo más músicas editadas con el paso del tiempo, dándonos algunas estrategias para que lleguen a todas las comunidades, aunque este campamento tiene continuidad en cada una de las personas participantes.

Para nosotras-os, el objetivo está más que cumplido, estamos muy contentas-os porque todo el trabajo previo y las gestiones permitieron que todo fluya y salga de la mejor manera. Las producciones son el reflejo de que fue un espacio para crear, producir, para encontrarnos y disfrutar. Creemos que esa lógica más vivencial y de inmersión del campamento fue esencial; como la metáfora del agua en sus diferentes formas, que cuando queda un poco estancada, vuelve a recuperar esa vitalidad y movimiento para renovar el manantial. Es importante reconocer que hay momentos en que los estados del agua van cambiando y creemos que el campamento jugó con esa metáfora que trabajamos por los 850 años del Movimiento Valdense.

Con mucha alegría podemos decir que fue una gran oportunidad para aprender y disfrutar de la gente, de los distintos dones que permite el encuentro. Así que sólo resta poner en oración los próximos pasos, porque seguramente queda este gustito de quiero más de este campamento que fue una bendición.

*La Comisión de Música está integrada por Ester Antunes, Marcos Berger y Marcelo Gonnet.

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