¿Conversamos?

Leemos en nuestra Biblia: Juan 14:1-14

Este pasaje comienza narrando la preocupación de Jesús por la tristeza de sus discípulos y discípulas. “No se perturbe el corazón de ustedes” les dice Jesús, seguramente notando una profunda tristeza y desesperanza ante los eventos que estaban sucediendo.

¿Y cuál es la reacción de Jesús ante ese dolor y desconsuelo? A partir de esta tristeza de corazón nace una charla. Podemos leer un texto donde algunos discípulos preguntan y Jesús les responde. Posiblemente, claro, haya sido más larga la conversación y sólo nos quedó un pequeño resumen de lo que se consideró más significativo para transmitir de ese encuentro.

¡Cuánto necesitamos estas conversaciones cuando nuestros corazones se turban, se angustian!

Pensemos en cuántas situaciones la iglesia podría ser un buen espacio para conversar. Y con esas conversaciones sanar.

Vivimos tiempos en que las conversaciones muchas veces parecen reducirse a defender argumentos, atacar y descalificar a quienes no piensan igual que nosotros. Y, me animo a pensar, en medio de esas discusiones no percibimos que puede haber corazones perturbados, tristes. Lamentablemente, muchas veces hoy en día las conversaciones enferman antes que sanar como lo hace Jesús.

Tal vez este pasaje nos muestra que una conversación puede alentar, una conversación puede ayudar a recuperar la confianza como está haciendo Jesús con sus discípulos y discípulas. Es que el pasaje repite varias veces la idea de recuperar la confianza (el verbo creer aparece varias veces). Sanarnos recuperando la confianza entre nosotros y nosotras. Y el primer paso en ese camino es volver a tener conversaciones sanadoras que perciban cómo está el corazón de aquella persona que comparte algo.

¡Que nuestros encuentros estén repletos de palabras sanadoras! ¡Que esas palabras nos ayuden a escuchar el corazón quebrantado de quienes están cerca! ¡Que tengamos conversaciones que ayuden a recuperar la confianza!

Profesor Pablo Manuel Ferrer

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.

2 Comentarios

    • Hola, Cristina. Muchas gracias por tu comentario. Nos alegra que te haya agradado la reflexión de Pablo Ferrer.

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