Leemos en nuestra Biblia: Marcos 13: 1- 8.
Cuando leemos este texto y otros similares que encontramos en el Nuevo Testamento, nos hace pensar que estamos ante el fin de los tiempos, pero si volvemos nuestra memoria hacia cuando teníamos unas décadas menos, estos textos ya nos hacían presentir lo mismo, porque las guerras, las injusticias, la discriminación, el hambre y tantas otras miserias humanas ya existían, al igual que los lujos, la hipocresía y la ambición de poder que estuvieron muy presente en los tiempos de Jesús. Así también las persecuciones eran y son una constante a quienes se atrevían a enfrentar el poder, de hecho Jesús mismo sufrió castigo y muerte por esa razón.
Allí, en el Monte del Olivos Jesús agrega que esto será el comienzo, a lo que sus discípulos preguntan ¿cuándo sucederá todo eso? Al igual que ellos a más de dos mil años, esta pregunta está presente y mientras tanto, las guerras son una constante, el hambre está muy cerca nuestro, hay muertes por escasez de agua, terremotos, inundaciones, sequías, fuegos, pandemias y otras calamidades acechan nuestro habitad y mientras todo esto pasa, la humanidad se sigue preguntando ¿cuándo será el fin? Sin advertir que el fin está ahí cada vez que nos preocupamos en vez de ocuparnos, cada vez que dudamos, que sentimos temor en vez de actuar, que somos indiferentes al dolor del otro/a , cada vez que no nos comprometemos ni siquiera con una firma al reclamo ante los poderosos del mundo que día a día destruyen el planeta con su ambición de más riqueza y poder, cada vez que ni siquiera somos capaces de plantar y/o regar un árbol y nos quejamos por el calentamiento, cada vez que despreciamos al pobre, que discriminamos al distinto/a , cada vez que la xenofobia se apodera de nosotros y tantas otras más.
Jesús también advierte sobre los falsos profetas y, en todos los tiempos los falsos profetas estuvieron y están al acecho de la humanidad, basta ver y escuchar como engañan a millones de televidentes haciéndoles creer que un agua milagrosa los salvará de todo lo sufrimiento, basta observar cómo han proliferado grupos de personas proclamando a Dios con ayuda de gobernantes para conquistar la voluntad del pueblo o ver cómo han ultrajado la Biblia poniéndola de escudo justificando ante las aberraciones de poder y muertes.
Éstas y otras prácticas que nada tienen que ver con el Evangelio, surgen y surgieron a lo largo de la historia del cristianismo. En estos tiempos recordamos en lo que se había convertido la Iglesia antes de la Reforma Protestante, seguramente Martín Lutero y Pedro Valdo, entre otros, advirtieron las señales del fin y no se dejaron vencer por el miedo a los poderosos, muy por el contrario los enfrentaron con fe y valentía planteando sus diferencias con respecto al uso que hacían del Evangelio, esto les causó persecución y debieron enfrentar guerras luchando por su libertad para que se los reconozca como ciudadanos y como cristianos, y no como herejes. Fue esa fe y la coherencia puesta en el evangelio lo que los sostuvo firmes en la fe por miles de años.
Que ante cada señal del fin que se nos presente respondamos sin temor, con valentía; con buenas acciones y entrega como lo hizo Jesús. Amén
No tengas miedo hay señal secreta, un hombre que te ampara donde vas, en el camino que lleva a la meta hay huellas por la senda donde vas.
Cancionero Presbiterial
Stella Maris Chambón
Comunidad Valdense de Gral. San Martín LP, Colonia Iris, Argentina.