Esta Asamblea Sinodal sesionó durante dos días completos, lo que significó un trabajo sumamente intenso con el propósito de tratar todos los temas sugeridos por la Comisión de Examen. Transcurrió en un clima de cordialidad y de debate franco y sereno, que apuntó a planificar el futuro cercano en la línea de crecer y multiplicar, de construir consensos.
Una de las decisiones más importantes está relacionada con la aprobación de un acto sobre la acción pastoral en tiempos de falta de pastores y pastoras. Esto significa una apertura hacia un nuevo modelo de ejercicio pastoral donde el acento está puesto en cada una de las comunidades y no en la figura del obrero/a. Asimismo, pone en manifiesto el desafío de trabajar colectivamente, partiendo de las prioridades que establezca cada comunidad y para lo cual se planifique un trabajo en red con características regionales, pensando un entrecruzamiento más amplio que el ámbito presbiterial. Esto se vincula con uno de los aprendizajes que dejó la pandemia del Covid-19 que fue el entrenamiento para utilizar nuevos medios que permitan el trabajo y acompañamiento en la distancia.
Otros actos destacados están relacionados con el área de diaconía; y en este sentido, hay algunas tareas que la institución tiene por delante, la primera es brindar una capacitación para las y los integrantes de las comisiones, sobre todo de los centros más institucionalizados, fundamentalmente los sinodales; y por otro lado, realizar una reunión en la cual se debatan y construyan consensos sobre cómo la Iglesia Evangélica Valdense entiende la diaconía, con el objetivo de generar un marco común.
Así también, el Sínodo aprobó un acto que pone en vigencia el protocolo de acción ante situaciones de violencia basada en género y generaciones. Este documento, construído por el Grupo Consultor sobre Violencia de Género y Generaciones, es un instrumento que tiene la finalidad de asesorar a las comunidades para que sepan cómo actuar en estos casos.
La aprobación del Proyecto de Secretaría de Comunicaciones fue otro hecho significativo. El proyecto fue presentado por el equipo convocado en el 2019, que también presentó una propuesta de Política Comunicacional, Manual de estilo y de buenas prácticas. El objetivo de este nuevo acto es darle continuidad a este equipo para que pueda reanudar el proceso presentando un proyecto de financiamiento de la Secretaría de Comunicaciones; la definición de los perfiles profesionales para quienes integren dicha Secretaría; asesorar y acompañar a la actual secretaria de comunicaciones en propuestas puntuales, entre otros.
Finalmente, se debatieron cuestiones provenientes desde los presbiterios; uno de los más relevantes se vincula a que las asambleas temáticas dejarán de existir como tal, todas las asambleas serán administrativas- institucionales con el objetivo de delinear la visión de la Iglesia. La propuesta prevé que las capacitaciones se den en otro momento y que permitan mayor participación respecto a las limitadas por una asamblea sinodal.
En la misma línea, el sínodo valoró el trabajo de la Comisión de Examen que analizó, evaluó y puntualizó los temas prioritarios. Esta metodología es la que permitió que se logren abarcar todas los asuntos en un tiempo tan acotado, puesto que no es una cuestión de revisionismo sino más bien de evaluar el trabajo de la diferentes áreas, por un lado Mesa Valdense; los presbiterios por otro, y también las Comisiones Sinodales. En esa dirección, la asamblea recomendó que se adopte esta metodología en las próximos asambleas porque facilita la labor del sínodo.
Este encuentro significó que, a pesar de transitar un período complejo y difícil, la iglesia tiene la oportunidad de animarse a emprender nuevas experiencias; y lo está haciendo.
Equipo de Prensa Sinodal
Daiana Genre Bert y Verónica Biech
GRACIAS!! Por el exelente resumen de lo decidido en nuestro Sínodo. Y me alegro de que se haya podido avanzar, aún en temas importantes, a pesar de las circunstancias. También demos gracias a Dios por haber acompañado esta asamblea, así como se lo pedimos