EDUCAR: NUESTRAS PRÁCTICAS COMUNITARIAS

En la tarde de hoy domingo 2 finalizaron las actividades vinculadas al taller temático del sínodo valdense 2020: “reconocernos en contexto: un acercamiento a nuestras prácticas educativas comunitarias”.

Los momentos de taller, organizados en tres bloques entre los días sábado y domingo, estuvieron orientados a identificar las prácticas educativas, buscar un marco teológico adecuado y procurar herramientas desde la educación popular, para comprender y potenciar la educación cristiana en la iglesia y a través de ella, el vínculo con la sociedad. Compartimos algunas visiones de diferentes participantes a los espacios de taller, sobre lo que significa para cada persona: educar.

Wilfredo Bonjour – Diputado por Colonia Iris – Argentina

“Para mí educar es un acto político en sí. Es compartir con el otro, con la otra, saberes que traemos y otros que construimos juntos y juntas en ese camino. Tenemos mucho para nutrirnos, para que en la Iglesia ese ejercicio sea constante, siempre mirando hacia adelante. Hay que transformar mucho las maneras en que concebimos el educar. Ese es el desafío y creo que en este Sínodo se abrió una pequeña puertita hacia esto que se necesita.”

Alberto Hardy – Diputado por El Sombrerito-Reconquista, Argentina

“Educar para mí es enseñar, mostrar el camino, dar a conocer ciertos valores, tener un conocimiento más profundo de lo que uno quiere ser o llegar a dar. En la iglesia, es necesario prepararse para dar a conocer el Evangelio. Es educar, transmitir, llevar adelante.”

Federico Sanchez – Voluntario del Parque XVII de Febrero, Uruguay

“Para mí educar es encuentro, donde reconocer al otro como un ser que aprende y enseña a la vez. Desde ese encuentro, acercándose con una intención clara, una metodología, siempre abierta a nuevas posibilidades, se aprende, se siente, se piensa, se reflexiona, se critica. Como líder del Parque XVII de Febrero, que es mi mayor acercamiento a la iglesia y a la educación cristiana, siento que esa intención viene desde una fe en un proyecto de vida buena y abundante para todos y todas. Esa misma intención proyectada al encuentro con un otro, una otra, un otre reflexive, con quien pensar una vida plena para todas las personas, que si no es para todas no es vida buena: parándonos desde ahí, eso es educarnos en la iglesia”.

Katharina Reusser – Diputada por IERBA, Buenos Aires, Argentina

“Pienso que es caminar juntos, compartir experiencias, que siento que muchas veces es lo más valioso, porque lo vivido es algo que “purificaste”, porque experimentaste, probaste, entendiste la “veracidad”. Hablar desde las experiencias evita muchas veces el choque y la confrontación. Abrirse a poder hacer preguntas al otro, para compenetrarse con su realidad: así es un educarse recíprocamente. Así nos damos aportes mutuamente para poder crecer.”

Rosa López – Diputada por Colonia del Sacramento, Uruguay

“Educar es esencial. Antes que nada. Enseñar a leer la Biblia y como “tomar” las cosas que dice la Biblia: poder comprender una parábola, es estarse educando. Poder darle estas herramientas a niños y adolescentes. Hacer leer esas cosas, nosotros cuando íbamos a la escuela dominical leíamos mucho, nos mandaban deberes, aprender de memoria versículos o saper capítulos. Y lo aprendíamos. Ahora veo que sucede poco. Y eso también es educar, el acercamiento a la lectura, el poder leer la Biblia.”

Sofia Rameau – Prosecretaria del Sínodo, Paysandú, Uruguay

“Me genera cierto conflicto pensar en educar, porque siempre lo entendí como un acto vertical, donde debo depositar algo que yo tengo en la otra persona, y no como una cuestión dinámica. Pero entiendo que se apunta a un proceso mutuo, dialéctico, y creo que debe ir por ahí.”

Equipo de Prensa Sinodal

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