Leemos en nuestra Biblia: Mateo 13:31-33, 44-52
Por estos días, los textos de Mateo 13:31-33 y 13: 44-52 nos llegan con diferentes desafíos y propuestas. Una de ellas es por así decirlo, el sentido y valor de lo chiquito, lo pequeño, en medio de una realidad por momentos muy limitativa de vivencia de la libertad y recreación. En ese sentido, el estar limitados nos hace buscar o simplemente encontrar aquellas pequeñas cosas que aportan mucho a nuestra experiencia. De pronto, sin poder salir o desarrollar actividades en el exterior, nos abocamos a re-descubrir recuerdos, objetos, aprendizajes que aun siendo simples, son potencialmente activos en lo cotidiano. Nos referimos a esos instantes en los cuales, por ejemplo, un regalo de cumpleaños que nos diera alguien querido, una palabra de aliento en momentos de sufrimiento, la página de un libro que ilumina el caminar, el compartir el desayuno con nuestros seres queridos…
Por otro lado, las enseñanzas de Jesús en las parábolas, nos invitan a valorar e impulsar la potencialidad de lo pequeño. Pensemos en la semilla de mostaza o la de la levadura. En ellas, el poder de la esperanza, de la creación, de la transformación se encuentran no en lo “grandioso” sino en lo diminuto. En definitiva, la enseñanza de Jesús nos propone una mirada diferente, sobre nuestros valores, situaciones, sobre el vivir con una perspectiva diferente.
Pastor Miguel Ángel Cabrera