Luego de misionar durante casi 10 años en Argentina y ser el enlace regional de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos – PCUSA (por sus siglas en inglés) para América del Sur, Dennis Smith y su esposa Maribel Pérez retornaron a América del Norte, el pasado octubre de 2020.
Dennis y Maribel se involucraron de lleno en las actividades de la Iglesia Valdense y fueron referentes que acompañaron sus distintos procesos, tanto a nivel institucional como en la vida diaria de sus congregaciones. Es por ese motivo que posteriormente a su partida, los entrevistamos.
Misionar en Argentina
-Como Misión Mundial Presbiteriana, trabajamos con colaboradores, es decir con iglesias, seminarios teológicos y organizaciones basadas en la fe, en casi 100 países. En el caso de América del Sur, hay 17 de estos colaboradores en 9 países. A mí me nombraron enlace regional para América del Sur en 2011 luego de la jubilación de la Rvda. Dra. Sherron George. Sherron trabajaba desde Brasil, pero siendo que casi la mitad de nuestros colegas sudamericanos están ubicados en la zona del Río de la Plata, se tomó la decisión estratégica de que nos estableciéramos en Buenos Aires, con viajes frecuentes a los otros países de la región.
Antes de Argentina, 30 años en Guatemala
-Ya que trabajamos en coordinación con iglesias e instituciones, los y las trabajadoras en misión de la PCUSA estamos dedicados a prioridades establecidas bajo la orientación y supervisión de dichas instituciones. En este sentido, salir de Guatemala fue producto de un acuerdo mutuo y los proyectos que acompañamos allí siguen bajo la dirección de colegas chapines.
A la vez, como personas de fe y ciudadanos comprometidos con el bien común, en nuestras vidas personales participamos en toda suerte de proyectos ecuménicos, incidencia política, comunicación popular, investigación socio-religiosa y hasta deportivos, siempre bajo el entendido que hasta en estas actividades personales tenemos que respetar los valores y prioridades de nuestros socios/as.
En lo personal, las exigencias del nuevo puesto no me permitían seguir participando en algunos proyectos de investigación socio-religiosa a los cuales había dedicado mi tiempo “extra” en Guatemala, especialmente relacionado con medios, religión y cultura en América Latina.
Argentina y sus desafíos
-Para mí lo más difícil fue cambiar mi perspectiva de un trabajo local, fundamentado en una inmersión en la realidad guatemalteca, a un trabajo regional enfocado en la comprensión de procesos sudamericanos, pero sin poder profundizar en tanta riqueza, tanta historia, y tantas relaciones características de cada país y cada institución en particular.
Contribución a la Iglesia Valdense
-Gracias a Dios pude acompañar a la Iglesia Valdense en la identificación de la pastoral urbana como un campo de interés común entre nuestras iglesias. Se pudieron crear espacios de intercambio entre la Iglesia Valdense y algunas iglesias y presbiterios en EUA que trabajan este tema, incluyendo también a algunos especialistas con mucha experiencia en este campo.
Creo que descubrimos que no se trata de aplicar recetas prefabricadas sino intercambiar experiencias y estrategias, saber cómo discernir los desafíos emergentes que están enfrentando nuestras comunidades, y cómo movilizar y celebrar los recursos para el ministerio que Dios ha dado a cada comunidad de fe.
Futuros desafíos para la Iglesia Valdense
-La Iglesia Valdense comparte varios desafíos como otras pequeñas iglesias protestantes en la región, entre ellos: ¿Cómo formar una nueva generación de líderes y consolidar su presencia vital y profética en los centros urbanos, especialmente entre la juventud? A la vez, ¿Cómo seguir acompañando a las comunidades históricas en las zonas rurales? La pérdida de empleos, cómo cuidar responsablemente a la creación y cómo responder a las exigencias del cambio climático son desafíos comunes a todas las comunidades rurales.
La iglesia Valdense enfrenta un desafío particular por su herencia histórica: ¿Cómo celebrar y resguardar su identidad particular y, a la vez, acoger a otras personas que están deseando integrarse a una comunidad de fe? Este momento histórico exige establecer una presencia clara y enérgica en la sociedad a favor de la justicia y la inclusión, pero también referencias de prácticas espirituales vitales, enraizado en lo comunitario que pueden orientar nuestro quehacer en estos momentos de cambio y confusión.
Su futuro personal
-Ahora iniciamos un nuevo capítulo, acompañando a mis papás en sus últimos años en el estado de Oregon en EUA. Ni modo que, como persona “jubilada”, me va a tocar descubrir otros ritmos y otras prioridades. Vamos a renovar lazos familiares e incorporarnos en la vida de una iglesia local. ¿Escribir un poco? Quizá. ¿Mantener contacto con queridos amigos y amigas en toda la región? Definitivamente. Y al superar las limitaciones impuestas por esta pandemia, recibir las visitas de ustedes y viajar de nuevo a América Latina.
Vida misionera
-Parte de la “vida misionera” es sentirse siempre un poco desubicado, un poco extranjero en tierra extraña, sea estando en el norte o en el sur. No soy latinoamericano, pero he dejado de ser yanqui. Así que la cuestión de identidad siempre plantea sus propios desafíos. Esta realidad tiene su componente escatológica – quizá la ciudadanía que buscamos construir, y el bien común que buscamos defender, siempre lleva su cuota del “ya y todavía no” que Jesús nos ofrece.
De todas formas, son momentos para bajar un poco de perfil, para escuchar, para atender tareas domésticas, familiares. Precisamente por la profundidad de las fracturas y conflictos y necesidades humanas urgentes que nos rodean, hoy es nuestro momento para ubicarnos y discernir los próximos pasos.
Sobre Dennis
Nacido en St. Louis, Missouri, Dennis se graduó con honores en comunicación en Wheaton College, en Illinois y posteriormente realizó un posgrado de un año en el National College of Education en Evanston, Illinois. Al año siguiente, su nueva iglesia local, First Presbyterian en Evanston, lo patrocinó en una asignación de voluntario de un año como consultor de comunicación de la Iglesia Presbiteriana Evangélica Nacional de Guatemala. Después de este año de voluntariado, Dennis regresó a Chicago y trabajó durante dos años en el sector privado. En octubre de 1977 aceptó una asignación con la Iglesia Presbiteriana Unida (EE. UU.) Continuando su trabajo de comunicación con los presbiterianos guatemaltecos. En 1984, Dennis recibió un nuevo nombramiento a pedido del Centro Evangélico Latinoamericano de Estudios Pastorales (CELEP), con sede en San José, Costa Rica. Desde Guatemala, coordinó el programa de Educación para la Comunicación de CELEP. En 1996, el trabajo de Dennis quedó para el Centro Evangélico Centroamericano de Estudios Pastorales (CEDEPCA) donde se desempeñó hasta 2010. En 2011, fue nombrado Enlace Regional para América del Sur y la familia se mudó a Buenos Aires.
Sobre Maribel
Maribel se educó en Guatemala y recibió capacitación como secretaria bilingüe en la Escuela Nacional de Secretarías en Guatemala. En 1983, Maribel, católica romana, comenzó a ministrar en su vecindario con una congregación de monjas italianas. Juntos discernieron sus dones para el ministerio y su compromiso con su comunidad. Se formó como agente pastoral laica y trabajó con comunidades eclesiales de base. En 1987, Maribel comenzó a trabajar en el Centro de Estudios, Publicaciones y Servicios de Evangelización (CEPSE), un centro de recursos educativos para comunidades de base. En 1989, Maribel y Dennis se casaron y Maribel fue nombrada colaboradora de misión de la Iglesia Presbiteriana. En 2004, Karen Woehler, pastora laica comisionada y enfermera jubilada de Minnesota comenzó a asesorar a Maribel en terapias holísticas diseñadas para ayudar a las personas a manejar el estrés y buscar la integridad.
Verónica Biech
Encargada de la Secretaría de Comunicaciones de la IEVRP
Fuente:
https://www.presbyterianmission.org/ministries/missionconnections/dennis-and-maribel-smith/