Escuela de Ministerios Comunitarios
Una apuesta a la construcción de un proyecto ecuménico
Como parte del proceso para la creación de la Escuela de Ministerios Comunitarios (EMC) que está siendo desarrollada desde la Fundación Red Ecuménica de Educación Teológica (REET), durante el 1 y 2 de junio en el Colegio Ward (Provincia de Buenos Aires) se llevó adelante una nueva consulta-taller.
En esta entrevista, Claudia Tron y Federico Plenc, referentes valdenses en el equipo de coordinación, y Mariano Chialva, parte de la delegación valdense, nos cuentan un poco más sobre el proceso de construcción.
¿En qué etapa está el proceso de la Escuela de Ministerios Comunitarios?
Claudia: Haciendo un repaso, la EMC tuvo una primera consulta-taller en mayo del año pasado donde participaron delegaciones de las iglesias que forman parte de la REET* con la intención de generar insumos que colaboren en la construcción del programa. Luego de un año de trabajo y dando continuidad a este proceso, el primer fin de semana de junio, se realizó un nuevo encuentro presencial donde se validó el borrador del programa, que cuenta con tres áreas: Análisis de las Prácticas, Discernimiento Bíblico-Teológico y Proyección Comunitario. A partir de ahora, el equipo coordinador va
a acompañar, entre otras tareas, la etapa de preparación de los contenidos específicos de las áreas. Las mismas estarán en permanente interrelación y se retroalimentarán entre sí intentando que se generen aquellas preguntas que habiliten a recrear las proyecciones ministeriales hacia prácticas transformadas y transformadoras en nuestras comunidades.
Federico: Además, durante este último encuentro dialogamos cuestiones transversales como, por ejemplo, que el lenguaje utilizado sea accesible, que exista la posibilidad de oxigenar el transitar en la formación para que se pueda adaptar a las realidades de los y las participantes y que la propuesta tenga la elasticidad necesaria para hacer pie en nuestras distintas comunidades.
¿Cuál es el rol de las comunidades en este proceso?
Claudia: Este proyecto está construyéndose como un proceso de enseñanza-aprendizaje destinado a personas con participación activa en sus comunidades, que desarrollan o
deseen desarrollar alguna tarea ministerial. La dinámica será híbrida, cada área del programa se inicia y culmina con una instancia presencial.
En este sentido, las comunidades tienen un rol protagónico porque es allí donde inicia este proceso, enviando y acompañando a personas con ganas y capacidades para formarse en ministerios comunitarios, para desarrollar liderazgos con capacidad de trabajo en equipo. Es un desafío comunitario también poder enviar, sostener, cuidar y recepcionar las propuestas y transformaciones que la capacitación va a generar en cada una de las personas que decidan formarse en la Escuela de Ministerios Comunitarios. Eso, en cada denominación adquiere ribetes diferentes, porque ahí es donde aparecen los diversos procesos que las iglesias estamos viviendo.
¿Cuál es la importancia del trabajo ecuménico en este tipo de propuestas?
Claudia: Sin dudas, la Iglesia Valdense tomó una decisión estratégica en relación a la EMC que tenemos que ser capaces de destacar, porque venimos de una experiencia positiva en formación de laicos y laicas como el “Esfuérzate en la Gracia” y, sin embargo, decidimos apoyar y ser parte de este proyecto ecuménico; apostar a un espacio de formación de los equipos laicos para los ministerios comunitarios que en cada iglesia va a tomar diferentes nombres.
Además, los procesos que están transitando nuestras comunidades permea la propuesta, porque nos estamos haciendo muchas preguntas a partir de que los ministerios pastorales, tal como fueron conocidos hasta acá, van desapareciendo del escenario para dar lugar a otros tipos de ministerios.
Federico: Creo que este tipo de espacios de proyección ecuménica son sumamente importantes para soñar algo distinto y revolucionario en la forma de ser iglesia dentro de cada comunidad. En este encuentro en particular, pudimos hablar de las realidades de cada denominación, trabajar algunos conflictos internos y, a partir de esos intercambios, animarnos a seguir siendo parte de un proceso de formación colectiva y ecuménica, entendiendo que las diferencias de cada organización eclesial nos enriquecen.
¿Cómo se vivió este segundo encuentro presencial?
Mariano: rescato algunas cuestiones que me parecen muy importantes. Una tiene que ver con el posicionamiento ecuménico que tiene la construcción de este programa y la riqueza de compartir de manera presencial con hermanos y hermanas. Sin dudas sería más sencillo si cada denominación atendiera sus realidades y necesidades; sin embargo, hay una apuesta y un compromiso ecuménico, identificando que queremos construir preguntas y ensayar respuestas de forma conjunta, desde distintas miradas, porque estamos en un momento clave de nuestra formación teológica, de nuestro transcurrir, donde están en tensión nuestras formas de ser iglesia y comunidad.
Por otro lado, el proceso de la Escuela. Que desde la coordinación del espacio se decidiera realizar algunas consultas con el objetivo de que lo producido sea puesto en diálogo con actores y actrices del trabajo comunitario es muy interesante y habla de una apuesta por el trabajo colectivo, convocando a personas en el intento de tener representatividad de las diversas actividades de las comunidades, de diferentes procesos. Es abrir el juego y que el compromiso no sea sólo institucional, sino que también construyamos un compromiso comunitario.
Todo este recorrido y esta dinámica de construcción me da mucha esperanza, creo que puede ser un espacio que nos permita abordar, desde las experiencias territoriales en nuestras iglesias, un camino común. La EMC puede ser, además, un lindo encuentro para pensar juntos y juntas desde la diversidad del compartir ecuménico.
Secretaría de Comunicaciones
IEVRP
*La Fundación REET está constituida por la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata, y la Iglesia de los Discípulos de Cristo.