“¡No! Permanecer y transcurrir
No siempre quiere sugerir
¡Honrar la vida!”
Honrar la vida, Eladia Blázquez
Leemos en nuestra Biblia: Juan 10:11-18
Cuando releía el pasaje bíblico que me tocó para esta reflexión, me inundaba la sensación de tranquilidad, de paz, de compañía, de estar a salvo, ¿no? Estas palabras me transmitían la idea de sentirme como parte de ese rebaño guiado por Jesús y saber, tener la certeza, de que él da su vida por nosotrxs.
Creo también, que al volver sobre las palabras de Juan, había algo que me dejaba tal vez en una “supuesta” comodidad: la de saberme en el camino, si se quiere, “correcto” o bajo el cuidado del pastor, Jesús. Es así que en este texto no se habla de“ovejas buenas u ovejas malas” al contrario, pareciera ser que ese tono está puesto en quien nxs dirige: el buen pastor o el ladrón.
Pero qué hay de nosotrxs, ovejas que andamxs desperdigadas por el mundo (vaya ¡qué mundo!). Me pregunto qué hacemxs con esa certeza, de la que sabemxs y constatamxs a diario, que Jesús da su vida una y otra vez por nosotrxs. ¿Cómo reivindicamxs esa misericordia en nuestro día a día?
Por eso, hoy más que una reflexión quiero compartir con ustedes algo que este texto me disparó (no como regla) y que tal vez pueda servirles en algún momento a ustedes también (o incluso puedan reformularlo):
Decálogo para honrar la vida
1. Sonreír y llorar cuántas veces sea necesario, sin que se nos vuelva una carga.
2. Estar, hacerle saber al otrx que estamxs.
3. Ofrendarnxs en tiempo y cercanía.
4. Cantar, sentirse en comunión desde lo más profundo del alma.
5. Descansar y reflexionar, dedicarnxs un momento.
6. Mirar el cielo y su inmensidad.
7. Reivindicar el valor de la naturaleza y su cuidado.
8. Enfrentar las injusticias, denunciar las desigualdades y luchar por lo que creemxs correcto.
9. Discutir ideas y posturas, intercambiar discursos.
10. Trabajar en comunidad, codo a codo, para que todxs tengan vida plena.
Que el espíritu siempre esté presente en medio nuestro y se manifieste en cada gesto.
Laura Michelin Salomon Geymonat
Comunicadora social, Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina.
Hermosa y necesaria reflexión. Un decálogo que trasciende los tiempos difíciles que nos tocan vivir y que oficia de eje de nuestra Vida. ¡Gracias!
Amén. Muy linda y bien expresada reflexión. Gracias