LXI Asamblea Sinodal Rioplatense: seguir el camino con perseverancia 

El relato del sínodo de la Iglesia Valdense del Río de la Plata 

Compartimos la nota de Emanuele De Bettini, publicada en Riforma.it el 3 de febrero.

«Somos cuerpo que camina por la salvación» dice una canción que se ha difundido últimamente entre la juventud valdense del Río de la Plata. Y hay una profunda relación entre la acción de caminar y los 850 años de historia de nuestro movimiento valdense. A la pregunta de la Comisión de Examen sobre cómo abordar el año 851 que acaba de comenzar, responde el lema de esta LXI Sesión Sinodal de nuestra iglesia: «Con la mirada en Cristo, en perseverancia caminamos».

Esta intención, inspirada en algunos versículos del Evangelio de Lucas y de la carta a los Hebreos, centró la predicación de la pastora Carola Tron – anteriormente moderadora de la Mesa Valdense- en el culto de apertura, celebrado en la tarde del jueves 30 de enero. En el centro del mensaje estaba la recomendación sobre dónde mantener la mirada fija: no en el horizonte, con el riesgo de tropezar con un obstáculo; no en los pies, para no privarse de la perspectiva hacia el futuro; ni siquiera con un ojo en el presente y otro en el futuro, para no incurrir en bizquera; sino en Jesucristo, y en su testimonio de un reino de paz, esperanza y amor.

Palabras, estas últimas, que oí repetirse varias veces durante los cuatro días de trabajo que reunieron a un centenar de personas en el Parque 17 de febrero. Si no se pronunciaron en los momentos de asamblea o en las reflexiones temáticas de grupo, revolotearon como conceptos en los muchos momentos de compartir. La paz se podía sentir en las noches serenas habitadas por los sonidos de la fauna local del lugar que nos acogía, y mientras caminábamos por los senderos entre las diferentes mesas de discusión que componían las cuatro áreas temáticas con las que la Comisión de Examen propuso gestionar el trabajo sinodal.

La reflexión sobre la vida comunitaria se refirió principalmente al análisis de diversos ministerios particulares, en los que participan laicos y laicas, y a la participación de las y los jóvenes, que exigió la creación de un nuevo grupo de trabajo para garantizar una mayor representación territorial. El área de desarrollo institucional abordó, entre otros, los temas de la formación teológica, la pastoral urbana y la comunicación, mientras que el grupo de trabajo sobre diaconía presentó a la asamblea nuevas propuestas organizativas para continuar y mejorar los proyectos actuales, sobre los que ya se había reflexionado en el habitual encuentro de noviembre entre las y los representantes de las obras de servicio diaconal. Estas tres áreas de elaboración de propuestas pudieron coordinarse a continuación en el área reservada a la parte financiera, con el fin de reflexionar sobre la viabilidad de las propuestas. 

El deseo de paz también estuvo vivo y se hizo sentir durante un espacio de intercambio propuesto el sábado por la noche por algunos y algunas participantes, e inspirado en la marcha que ese día realizaron argentinos y argentinas de todo el mundo contra el odio, el fascismo y el racismo. Ante el desaliento de no ver a todas las comunidades representadas en el Sínodo, se planteó la esperanza de poder garantizar su presencia el año próximo, unida al compromiso de trabajar unidos y unidas para lograr el objetivo. Esta esperanza se vio alimentada gracias a la presencia de tantas y tantos jóvenes, una vez más muy implicados y motivados para continuar su compromiso en los diversos cargos de nuestra Iglesia.

Por último, el amor. Esa gran fuerza que sabemos proviene de Dios nos unió en mil abrazos, expresiones de gratitud y lágrimas ante el anuncio de la pastora emérita Claudia Tron. Sin dejar de lado el momento emotivo de la celebración final en la que se reflexionó sobre lo que cada una y cada uno nos llevamos de estos días de trabajo comunitario.

Con las notas de las muchas canciones que nos han acompañado durante estos días, hemos podido encontrarnos con hermanos y hermanas, amigas y compañeros de viaje, reconociéndonos como parte de una comunidad que, a pesar de las diferencias internas, existe desde hace más de ocho siglos y continúa su camino con perseverancia en ambas orillas del Atlántico, como un solo cuerpo en movimiento.

Traducción: Myriam Sappè

Publicado en Noticias.

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