Leemos en nuestra Biblia: Juan 3:1-17
¡Quién no imagino alguna vez esta posibilidad! Cuántas cosas haríamos diferentes si existiera la posibilidad de volver el tiempo atrás, o incluso si pudiésemos volver a nacer. Cuántos errores menos…cuántos caminos diferentes.
Cambiar, hacer de nuevo las cosas, es una tentación enorme. Y lo es más aún cuando a pesar de los esfuerzos no se ven los resultados y abundan las decepciones.
Somos parte de una sociedad en la cual el costo de ser aceptado y reconocido es imposible de pagar. Son muchas las personas que cargan sobre sí la pesada piedra de exigencias vacías de amor que no conducen a ningún lugar y sienten que no hay nada en su vida – por nuevo que sea- que le permita alcanzar alegría, esperanza, satisfacción y plenitud.
Para esta sociedad agotada por innumerables esfuerzos que no producen satisfacciones hay una buena noticia, un Evangelio que anuncia el amor incondicional de Dios por el mundo: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que quien crea en él no muera, sino tenga vida eterna” Juan 3:16
No son los agotadores esfuerzos por alcanzar reconocimiento social los que habrán de darnos una vida plena, sino más bien la aceptación incondicional y gratuita de Dios manifestada por Cristo Jesús en la cruz.
Por eso es allí donde el Señor nos llama a buscarlo: en la cruz. Buscarlo entre quienes como Él cargan el desprecio, la marginación, la injusticia, las cruces que el pecado del mundo provoca cada día. Es allí, en medio de las cruces y en solidaridad con quienes las padecen, que la vida se va renovando, no por aquello que seamos capaces de conseguir – tal como propone el mundo – sino sobre la base de todo lo que podemos dar. En el compromiso y la entrega en favor de nuestros hermanos y hermanas es donde nos vamos llenando, renovando y renaciendo a una nueva vida, más plena y abundante.
Si estás buscando una vida nueva, ya sabés donde puedes encontrarla.
¡Que el Espíritu Santo te ayude a descubrirla! Amén.
Leonardo Schindler
Pastor Presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP)