Leemos en el Evangelio de Lucas 21: 5-19
El texto comienza diciendo que había algunas personas que estaban allí admirando el templo, su estructura y su belleza imponente. Pero Jesús les dice que eso que tanto veneran va a ser destruido.
Ante estas palabras, aparecen enseguida las preguntas sobre el día y la hora en qué sucederán estas cosas. Lo que era una preocupación muy común de aquella época y que tenía que ver con las especulaciones sobre la fecha de inicio del fin de los tiempos, así como también sobre las señales que anunciarían la venida del Señor.
Pero la respuesta de Jesús no va en ese sentido, sino que les advierte que no deben dejarse engañar por quienes anunciarán el comienzo del fin, bajo el título de profetas o cristos, alimentando el miedo y aprovechando la desesperación de las personas. Y continúa describiendo una serie de acontecimientos que sucederán, pero les dice que tampoco esas serán las señales, sino que son causa y consecuencia del sistema injusto, opresivo y destructivo que rige el mundo.
Jesús deja en claro que el Reino de Dios no tiene nada que ver con las guerras y su violencia, no busca alimentar las “especulaciones apocalípticas” basadas en un tiempo cronometrable y el terror. Tampoco justifica el dolor ni el sufrimiento que padecerá toda la Creación. Y ante las persecuciones a quienes se comprometen con la causa del Reino de Dios, Jesús les dice que no teman porque él estará con ellxs y en el momento de declarar les dará sabiduría para que den testimonio.
Las palabras de Jesús son de enseñanza, quiere orientar a sus discípulxs para que no se confundan ante los acontecimientos y puedan enfrentar con realismo lo que les toca vivir, manteniéndose fieles a lo que han visto y oído, confiando y anunciando la Buena Noticia.
Que estas palabras del Evangelio sean de guía para nuestros días y nuestras comunidades de fe. Que podamos sostenernos mutuamente ante los dolores, las frustraciones y las injusticias para seguir firmes en nuestra fe y no caer en la ingenuidad o el derrotismo. Que seamos testimonio y continuemos ampliando los espacios que vamos construyendo para anunciar y vivir el proyecto de vida plena para toda la Creación.
Yanina Vigna
Asesora de Diaconía en Argentina