RECORDANDO A PABLO SOSA

Pablo Sosa fue pastor metodista, músico, liturgo, de gran actividad ecuménica en América Latina y el mundo. Desde joven tuvo formación musical en EEUU y luego en Alemania y luego nuevamente en EEUU.

Uno de los grandes trabajos en los que participó fue en la elaboración del Cántico Nuevo, himnario muy apreciado en nuestras iglesias y últimamente junto con Inke Frosch también fue responsable de la edición del himnario Canto y Fe, utilizado hoy en la mayoría de nuestras iglesias.
Entre otras cosas destacadas fundó el conjunto Música para Todos, que integraba repertorio cristiano y repertorio secular, coro de excelencia que tuvo trayectoria dentro del nivel eclesial y secular. Con ese coro llegaron a grabar un disco de Negro Spíritual que en su momento se destacó por la calidad en todos los aspectos.

Participó de la formación de la Escuela de Música de la Facultad de Teología y luego el ISEDET. Donde, entre otras personas, junto con Homero Perera, Delmo Rostán, Inke Frosh, comenzaron el Cancionero Abierto. Una iniciativa que tuvo mucha importancia para el Río de la Plata como para todo el Cono Sur de América ya que significó la introducción de un nuevo repertorio con ritmos, estilos musicales e instrumentos locales y folklóricos latinoamericanos. La serie Cancionero Abierto tuvo seis ediciones.

Desde el año 1979 también se grabó en cassettes, con arreglos musicales de Homero Perera y al que Pablo Sosa se incorporara como director coral. En ese coro participaron, entre otras personas, Delmo Rostán, Alvaro Michelín Salomón y Hugo Armand Pilón, una experiencia muy importante por la calidez, perfección y ductilidad de Pablo en la dirección coral.

Formó parte, junto con Carlos Valles y Reinaldo Lío del Departamento de Comunicaciones, que luego se integró también al ISEDET, donde se produjo el programa radial Cristo Vive, donde Pablo era libretista y locutor. Programa que se emitía no solo en emisoras radiales de Buenos Aires sino que se distribuía por todo el país y en algunos casos en el exterior.

Pablo fue una persona muy creativa en lo musical, escribió muchas canciones cristianas, musicalizando letras de otros autores, como Federico Pagura por ejemplo, que tuvo la oportunidad de registrar en cassette y CD y que quedan como testimonio. Fue permanente su inquietud y vocación por la comunicación del evangelio en lenguaje sencillo y accesible, que caracterizó toda su labor en los diversos ámbitos que se desenvolvió.

Damos gracias a Dios por haber recibido los dones y haber compartido su persona, directamente o a través de sus canciones que hoy se siguen cantando en las iglesias.

Álvaro Michelín Salomón
Hugo Armand Pilón

Publicado en Noticias.