Apuntes de la directora – Página Valdense – Mayo 2021
Reflexiones con el baúl lleno
En esta oportunidad, la edición de Página Valdense centrará sus primeras páginas para abordar una temática que desde hace tiempo teníamos ganas de trabajarla: soberanía, con un fuerte énfasis en el acceso a la tierra y la soberanía alimentaria.
A medida que avancen en la lectura van a encontrar ejes transversales, podríamos decir que son cuestiones que vienen como añadidura al hablar de ciertos temas. A veces es fácil encontrar esas ideas que se entrecruzan al pasar de textos, otras no tanto. A veces, desde el equipo editor proponemos intencionalmente que existan conceptos que se perciban entre líneas presentándose sutilmente cada vez que damos vuelta las páginas; algunas aparecen sin que lo planifiquemos, y otras tantas, lxs autorxs producen ese entrecruzamiento para nuestra sorpresa. Esta edición, por supuesto, no va a ser la excepción.
En una de las páginas siguientes, van a poder leer a Mario Vigna que al hablar de lo que implica la soberanía alimentaria, dice: «el gozo o alegría de “meter la mano” en el suelo». Unos días antes, en los primeros minutos de una videollamada cuando nos presentamos y hablamos de cualquier cosa para romper el hielo -y la formalidad-, Silvina Machado me mostraba una bolsa de semillas de arvejas en la mesa de su casa porque un rato antes fue a la casa de unx productorx a llevar semillas y ayudar en la huerta; yo le decía que lo más cerca de la tierra que tengo es mi compost y mis plantas porque no tengo patio. Y bastante antes de eso, la Chivi -mi tía, que trabaja en INTA de Gálvez, Santa Fe- me pasaba el contacto de Griselda porque estaba segura que ella iba a querer contarnos un poco de su trabajo; y en una suerte de presentación me dijo: «ella es muy inteligente, se expresa con mucha claridad, es muy trabajadora y muy muy generosa. Siempre que iba, volvía con el baúl lleno. De hecho, ella es una de las que junta semillas de casi todas las variedades y reparte, tiene estantes llenos». Así, casi sin querer, en la cocina del Página de este mes ya había dos ideas que tomaban importancia: la tierra y la generosidad. Sin dudas, hay más, algunas explícitas y otras que se pueden leer entrelíneas.
Cuando me senté a pensar en esta editorial no podía dejar de darle vueltas a las palabras de mi tía, porque a mí también me pasa: cuando voy a visitar a mi mamá y papá, siempre vuelvo con baúl lleno de sus calabazas, zapallitos, tomates y morrones. Pensé también en el esfuerzo que significa encontrar en Paraná unos tomates que tengan el mismo sabor, porque claro, el sistema que quiere y necesita que se produzca más en menos tiempo -la mayoría de las veces, explotando a lxs productorxs-, es la que pone en las góndolas tomates con sabor a nada.
Intentando no caer en planteos contrapuestos que clausuran el diálogo y entorpecen la marcha, me pregunto qué hay detrás de esas dos lógicas: la del baúl lleno y la del tomate con sabor a nada. Quizás hablar de soberanía también sea empezar a pensar en esto.
Dios quiera que aprendamos a valorar y apoyar a las personas que meten las manos en la tierra, producen nuestros alimentos y lo hacen en armonía con la Creación. Que nuestros baúles estén siempre llenos, pero abiertos… abiertos al compartir, para gozo y bienestar de nuestros cuerpos y también, de nuestros vínculos; porque bien sabemos que hay quienes andan por la vida con sus baúles vacíos… Dios quiera que aprendamos a vivir con lo suficiente.
Daiana Genre Bert