El siguiente artículo fue solicitado y publicado por la Asociación Valdense Americana. Se trata de una historia que describe cómo esta congregación valdense en el distrito de Flores en Buenos Aires enfrenta el desafío de alimentar su fe en medio del Coronavirus.
Nuestra comunidad valdense se encuentra ubicada en el barrio de Flores en la Ciudad de Buenos Aires, es una comunidad pequeña en la que participan un promedio de 15 personas. La última actividad presencial que realizamos fue el sábado 14 de marzo, cuando ya se empezaban a conocer algunos casos de coronavirus de personas que regresaban del exterior. A los pocos días, precisamente el 19 de marzo, se decreta desde el Gobierno Nacional la cuarentena obligatoria y el aislamiento social. Esto quiere decir que solamente algunas pocas personas pueden circular debido a sus trabajos (personal de salud, comerciantes, servicios de cadetería, etc). Obviamente todas las actividades que conlleven reuniones presenciales quedaron suspendidas, lo que afecta a las actividades que realizamos en la iglesia.
El área metropolitana donde vivimos es la más riesgosa en expansión del contagio por la densidad de población y es la más afectada del país donde se registran la mayor cantidad de casos de personas infectadas por el covid-19.
El desafío que afrontamos tiene varias cuestiones, por un lado nos preocupa la situación socio-económica de muchas de las personas que son de nuestra comunidad o allegadas, porque la cuarentena les obliga a no trabajar y les priva del sustento diario para sus familias. Por esta razón hemos organizado una red solidaria de donaciones de alimentos y artículos de higiene que se llevan a las personas que lo necesitan.
Por otra parte, han quedo en suspenso las actividades que realizamos habitualmente como las celebraciones y cenas comunitarias, también aquellas que habíamos proyectado para este tiempo. Por el momento, mantenemos una comunicación fluida por los medios con los que ya contábamos (WhatsApp, correo electrónico, Facebook) para poder sentirnos cerca de nuestrxs hermanxs, compartir información, reflexiones, en fin saber cómo estamos. Para alimentar nuestra fe es vital encontrarnos para compartir la Palabra y la Mesa, pero en esta coyuntura tenemos el desafío de reinventar las formas de ser comunidad y por eso propusimos un encuentro virtual en el horario habitual de nuestras celebraciones: publicamos la invitación en el grupo de WhatsApp de conectarnos por este medio a la misma hora para compartir un tiempo de reflexión y oración. Quien nos acompaña pastoralmente hizo una breve reflexión sobre el texto de Ezequiel 37:1-14 (lectura sugerida en el Leccionario Común) y luego invitamos a que cada persona se expresara con algún comentario sobre el texto o con motivos de oración.
Fue una experiencia novedosa, que nos reunió y nos hizo sentir cerca, en comunidad. Fue emotivo sabernos en unidad en tiempos de incertidumbre y desolación, tener la certeza que sopla la ruah en medio nuestro como anuncia el profeta Ezequiel.
Consistorio de IEV Flores
Yanina Vigna, Karen Barrault y Alfredo Servetti