CAREF: “MIGRAR ES UN DERECHO, PERO SON MOMENTOS DIFÍCILES”

Entrevistamos a Susana Jacob, de la Iglesia Evangélica Metodista de Argentina. Trabajadora social, presidenta de la Junta Directiva de la Comisión Argentina para los refugiados y migrantes, CAREF, organismo ecuménico de amplia trayectoria que trabaja sobre los derechos de la población migrante en Argentina y otras partes del continente. CAREF surge en octubre de 1973 como respuesta a los pedidos de refugiados políticos de las dictaduras de Chile y Uruguay, que trabajó en recibirlos en diferentes puntos del país.

Actualmente CAREF tiene su sede en la ciudad de Buenos Aires. ¿Qué áreas trabaja?

Tiene un área de atención directa para quienes solicitan asistencia, refugio, asesoramiento para tramitaciones, etc. Está la clínica jurídica, que lleva más de 10 años, en convenio con el Centro de Estudios Legales y Sociales, llevada adelante como cátedra por abogadas/os. El área de investigación trabaja en diferentes temas: violencia de género, trata y tráfico de personas, temas muy importantes relacionados a nuestra tarea; muchas veces lo que parece migración no lo es, sino que responde a un esquema delictivo de trata de personas.

CAREF realizó un informe con respecto a la percepción generada desde los medios hacia la población migrante y la relación con la delincuencia.

Ese informe está mencionado con bastante detalle en una entrevista realizada a la coordinadora lic. Gabriela Lighuori. El área de comunicación de CAREF es muy importante y ha ido creciendo en los últimos tiempos, porque hay que estar en los medios y las redes sociales, para difundir la tarea que la Comisión realiza, auspiciada por las iglesias protestantes históricas. A raíz de los distintos procesos y retrocesos que se dan en nuestro país, este área empezó a recibir cada vez más llamados desde los medios de comunicación, por lo cual debemos tener una estrategia y una política comunicacional. Hay informaciones que están totalmente sesgadas, sobretodo a partir de 2015 y de la nueva gestión de gobierno a nivel nacional. En efecto, el actual gobierno dictó un decreto presidencial que restringe algunos derechos, en relación sobretodo a personas detenidas o que hayan delinquido, para lograr una expulsión casi inmediata, sin juicio previo, sin sentencia. Esto es inconstitucional, es un decreto que no puede modificar una ley, como la migratoria. CAREF, de forma articulada con otras organizaciones de la sociedad civil, denunció el contenido del decreto, y el trámite llegó a la Suprema Corte de Justicia, pero está demorado y no está resuelto. Por lo que el decreto sigue vigente y se siguen restringiendo derechos a la población migrante.

Algunas figuras públicas llegaron a señalar, por ejemplo, que la migración no es un derecho humano consagrado.

En Argentina tenemos una ley migratoria muy importante, muy completa y reconocida que sustituyó una ley de la dictadura, junto con la ley de trata de personas: fue de muy avanzada, reconociendo los derechos sociales (educación, salud, vivienda, etc.) de quienes migran y a la migración como un derecho. El Mercosur y la Unasur favorecieron el reconocer la migración como un derecho, con muchos acuerdos y convenios en cuanto a documentación, visados. Pero hoy estamos en otro momento histórico. Un ejemplo es el caso de la jueza de la ciudad de Buenos Aires y su altercado con el presidente de la Nación sobre inmigrantes que delinquen, donde de algún modo está interviniendo en el poder judicial, donde no debería, desde un discurso de criminalización de la población migrante. Son circunstancias muy difíciles.

¿Cómo es el proceso para quienes llegan para radicarse en Argentina?

El tema de la radicación se había facilitado, incluso para personas que hacía años que estaban en Argentina, a partir de esta ley, no era costoso, incluso había algunas exenciones.

A partir de octubre del año pasado, se pasó a un sistema online. Sin posibilidad de hablar con ninguna persona, ni siquiera un chat. Y después, terminan dando un turno para acceder a la documentación requerida: primero eran tres meses, luego seis meses y ahora han llegado a dar turnos para dentro de un año: detienen a una persona, o piden documento en la calle como están haciendo ahora, y le piden la documentación como migrante, y no lo tiene. Entonces se produce un tema serio, porque las personas quedan en situación de total vulnerabilidad. CAREF acompaña algunas personas que están solicitando la radicación online, para facilitarles la posibilidad.

¿Y con respecto a la población inmigrante que llega desde Venezuela?

Están llegando ciudadanos venezolanos desde hace dos o tres años. Acabamos de firmar en el mes de enero, con la Agencia de la ONU para Refugiados, un convenio (con el nuevo representante en Argentina, Juan Carlos Murillo), de ayuda humanitaria a la población venezolana. Por lo que estamos aumentando el personal, trabajadores sociales y abogados/as, porque la demanda es mucha: en enero no paraba de sonar el teléfono. Está establecida la colaboración y el asesoramiento en Misiones: porque hay venezolanos que llegan desde la frontera con Brasil. Allí trabajamos con la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y la Iglesia Evangélica Luterana Unida y con una persona coordinadora, ciudadano venezolano, pero debemos ampliar el personal para dar más acompañamiento a quienes llegan.

¿Cuál es el trabajo a nivel internacional?

A la Argentina también han llegado muchos refugiados políticos colombianos durante el conflicto armado, y luego cuando se inició el proceso de paz. CAREF participó del diálogo y el proceso de paz, cuando se estuvo en Cuba. La Comisión tiene muchas instancias donde trabajan, una proyección e incidencia nacional, así como internacional: es reconocida por su experiencia y su trabajo en la materia. De hecho llegó a participar en la mesa de Naciones Unidas sobre refugiados.

¿Cómo fue que llegaste a CAREF?

Cada año se reúne la Asamblea de CAREF y cada cuatro años se renueva la Junta Directiva: cada una de las iglesias evangélicas que conforman la Comisión envían 5 representantes a la Asamblea. (Discípulos de Cristo, del Río de la Plata, Valdense del Río de la Plata, Metodista Argentina y ahora se volvió a incorporar la Luterana Unida). Yo trabajé durante 17 en un programa de la Iglesia Metodista de Flores, y se armó en ese momento una red entre instituciones de la zona, donde se encuentra también CAREF: allí comenzó mi acercamiento a la organización. Cuando desde mi iglesia me pidieron para representarla en la Junta, acepté. Estuve 6 años como secretaria, luego dejé un año – por reglamento – , y cuando me reintegré fui elegida como presidenta.

Por último debo destacar una aspecto muy importante en el que se viene trabajando, que es el archivo histórico: dado que CAREF lleva 45 años de trabajo, se hizo un convenio con el Estado para recuperar el archivo. Los papeles hay que recuperarlos, protegerlos y digitalizarlos, todo el acervo de entrevistas y documentos relativos a las migraciones. Agradecemos en ese sentido, la colaboración de la Iglesia Valdense a través de la oficina de proyectos y el fondo “8 por mil” del área italiana que permitió este trabajo de recuperación y mantenimiento.

Equipo de Prensa Sinodal

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