La Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata (IEVRP) en el día de ayer participó de una celebración ecuménica, en el marco de la Marcha del Silencio. Marcha que recuerda a detenidos y desaparecidos por la Dictadura Cívico-Militar, ocurrida en Uruguay en las décadas de los 70 y el 80 del siglo pasado.
Al igual que en el 2020, este año, la Marcha del Silencio se realizó de forma virtual, debido a las restricciones sanitarias por la pandemia. Se desarrollaron acciones en redes sociales y algunas intervenciones en espacios públicos, con los símbolos tradicionales de las margaritas, las fotografías y las banderas en los balcones.
La celebración ecuménica se desarrolló a las 17 horas y participaron referentes y miembros de diversas iglesias y organizaciones sociales ecuménicas. El encuentro contó con momentos de mensajes, reflexiones y saludos. Algunos mensajes fueron previamente grabados, otros se hicieron en ese instante, y las reflexiones centrales estuvieron a cargo de Macarena Alvariza, misionera franciscana del Verbo Encarnado, y de Raúl Sosa, pastor metodista.
Carola Tron, Pastora y Moderadora de la Mesa de la IEVRP, compartió su opinión sobre la importancia de que personas de diferentes credos participen en este tipo de celebraciones: “si hay algo que nos reúne de manera ecuménica y trasciende aún al cristianismo es el valor del amor al prójimo como bien común. Desde varias comunidades cristianas católicas y protestantes y organizaciones basadas en la fe nos reunimos desde hace ya muchos años para celebrar juntos y juntas la Palabra. Jesús dice que la verdad nos hace libres. Esa verdad que permanece oculta sigue siendo clamor no solo en madres y familiares, sino también en nuestras comunidades de fe, que confiamos y creemos en un Reino de Justicia y de Verdad”.
Por su parte, el Pastor Valdense y Presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas del Uruguay, Hugo Armand Pilón dijo que: “fue muy significativo el aumento de la participación y las adhesiones en todo el país e incluso en el exterior. Eso mismo sucedió también con la creciente cantidad de personas que accedieron para presenciar y participar de la celebración. Un fenómeno que a nivel social tiene cada vez más repercusión, especialmente, en las nuevas generaciones que quieren conocer lo sucedido, para terminar con la impunidad y que nunca más se vuelvan a cometer semejantes atrocidades. Pues todavía no se sabe qué pasó y dónde están los 197 personas desaparecidas por el terrorismo de Estado”.
El arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, también manifestó su deseo de que esta causa se constituya en una causa nacional, más allá de ideologías, para trabajar por la verdad y la justicia; y expresó: «me uno de corazón a la oración, para acompañar en el dolor a todas las personas que sufren por no saber dónde están sus seres queridos».
Mientras tanto en la calle, los grandes faroles que alumbran normalmente la plaza Cagancha estaban apagados. En medio de la oscuridad, lo único que daba luz era la foto de los desaparecidos que mostraba una pantalla gigante montada en la calle, mirando hacia el oeste.
Finalmente, para dar cierre a la celebración ecuménica, el pastor Raúl Sosa compartió su reflexión, centrando su mensaje en una visión sobre la memoria colectiva, como “una fuerza de dignidad, que reivindica a los que son negados y también una fuerza de resistencia contra el individualismo, la apatía y el desinterés”.
Entre las iglesias y organizaciones sociales ecuménicas convocantes estuvieron: Amerindia, Parroquia Santa Gema, Fe en la Resistencia, Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata, Iglesia Luterana, Iglesia Metodista, Los Dioses están Locos, OBSUR, Parroquia Universitaria, JPC, Centro Cristiano Nueva Vida-No Matarás, SERPAJ, Cristianos en Red, MPC, Centro Martin Luther King Uy.
Fuente de consulta: https://icm.org.uy/encuentro-ecumenico/
Nota: Verónica Biech (Encargada de la Secretaría de Comunicaciones de la IEVRP)