Leemos en nuestra Biblia: Marcos 6:30-34, 53-56
“Dame tu mano, vamos a andar, juntos a caminar…”
Este es un texto que me lleva a pensar en la necesidad de levantar la mirada y observar situaciones que suceden a nuestro alrededor, ya sea dentro de la comunidad valdense, como fuera.
“Dame tu mano, vamos a andar, juntas a caminar…”
En el relato de Marcos, Jesús invita a sus discípulos a descansar luego de haber ayudado a muchas personas, pero se da cuenta de que una multitud lo sigue para sentir ese acompañamiento, esa enseñanza, esa guía, ese sostén. Lo que también me lleva a pensar en la necesidad del descanso, de reponer fuerzas y energías, ya sea a través del alimento como del reposo. Para poder dar, necesitamos darnos primero, cuidarnos, agradecernos. Y para eso también necesitamos sostén, tribu y comunidad.
“Vamos con fe, tenemos un Dios capaz de liberar…”
¿Cuántas veces nos hemos postergado? ¿Dejado para después? Para eso también está la comunidad, para recordarnos que nuestra individualidad es importante para poder sostener lo colectivo.
“Con la alegría y seguridad de un sol que aún va a brillar…”
Sentirse escuchadas y escuchados, sostenidas y sostenidos, es también una cura a las cosas que nos aquejan, a las situaciones que nos duelen, a las enfermedades. Eso hizo Jesús, les dio lugar, atendió cada situación, “y todos los que la tocaban (la capa de Jesús), quedaban sanos” dice el relato. Esa capa, esa mirada, esa presencia, ese sentir que somos importantes y tenidos en cuenta para alguien.
Mientras leía los versículos que me fueron propuestos, vino a mi mente este carnavalito y por eso quise compartirlo. Es una canción que solemos cantar desde que vamos a la Escuela Bíblica, y siento que representa esta situación que se nos cuenta en el relato. La presencia, la mirada consciente, nos devuelve la alegría. Y así, celebramos juntas y juntos el nombre de Dios.
“Luchando contra toda injusticia que se va a acabar.”
M. Lis Rivoira
Lic. en Comunicación Social