Si un miembro del cuerpo sufre, todos los demás sufren también; y si un miembro recibe atención especial, todos los demás comparten su alegría. 1 Corintios 12:26.
Hemos vivido como Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata momentos muy duros en relación al brote COVID-19 que se generó en el Sarandí-Hogar Valdense a mediados de abril. Más allá de la situación de crisis sanitaria a la que estamos asistiendo a nivel global tras más de un año de pandemia, se suma una situación de omisión. Hubo una notificación por parte de las instancias encargadas del plan de vacunación, para que el Sarandí se recibiera las dosis de vacuna Pfizer para residentes y personal, contemplándolo dentro de los residenciales de larga estadía, como es también el Hogar para Ancianos de Colonia Valdense, entre otros. Fue así que se realizaron las capacitaciones al personal , las autorizaciones correspondientes de las familias durante el mes de enero y febrero, quedando prontos para recibir la primera dosis en marzo. Esto no sucedió ya que se informa que el Hogar no entraba dentro de esta población objetivo (ELEPEMs). A partir de la suspensión quedamos a la espera de una nueva fecha durante semanas, lo que motivó a la directora Alma Malán a expresarse en la prensa en ese sentido en el mes de abril. A los pocos días, el 19 de abril llegaron las vacunas finalmente al hogar, no Pfizer que es la que correspondía a esta población, sino Sinovac. Horas más tarde de haber sido vacunados/as se notificaba un positivo en el personal del hogar y en días posteriores los contagios de toda la población residente (excepto una persona) y el 35% del personal. Como es conocido, debimos lamentar las muertes de cinco residentes y de la nurse que trabajaba en la institución.
Las familias del Sarandí sintieron que era importante elaborar una denuncia ante la Institución Nacional de Derechos Humanos para que se investigue el proceso y se evite a futuro este tipo de omisiones para con una población de alto riesgo como es el colectivo de personas con discapacidad. La Mesa Valdense acompañó esta iniciativa desde sus inicios y resolvió elevar una segunda denuncia en apoyo a la primera y de forma independiente ante el mismo organismo estatal. La palabra denuncia es una palabra fuerte, que a nosotros y nosotras como cristianos nos retrotrae a los profetas denunciando las injusticias para con el pueblo sufriente en busca de transformar esa realidad de injusticia en justicia, guiados por la inspiración de Dios. Mensajeros y mensajeras de ese mandato, de esa Palabra hoy nos toca a nosotros como iglesia ser testigos de situaciones que nos dolieron y es necesario revisar para que el futuro contenga la esperanza confiada de una vida plena que se gesta en este presente con el compromiso de nuestro discipulado.
La Institución Nacional de Derechos Humanos es un organismo independiente del Estado (es decir que es de todos nosotros como ciudadanos/as) y que tiene como mandato velar por el cumplimiento de los derechos humanos y la normativa vigente en relación a ello basándose en los acuerdos y pactos internacionales firmados por Uruguay y en nuestra propia legislación vigente. El organismo recibe denuncias de otros entes, las investiga, saca conclusiones y hace observaciones al estado para corregir o fortalecer las acciones para su cumplimiento. También acompaña en ese proceso velando por que el estado cumpla con las observaciones. No se trata de una denuncia penal sino de una instancia de investigación que coloca la mirada a futuro.
Alzar la voz por quienes no tienen voz. Un rol profético bíblico, que hoy encuentra gestos concretos en nuestro compromiso de iglesia con las personas con discapacidad, concretamente en la creación del Hogar Sarandí que cumplió cincuenta años de testimonio, y también con aquellas personas en contextos aún de mayor vulnerabilidad cuando a la discapacidad se suma falta de recursos económicos para una mejor calidad de vida.
El miércoles 2 de junio se presentó la denuncia de las familias, el miércoles 9 de junio se presentó la denuncia de la IEVRP y el proceso de investigación se está llevando adelante por un equipo técnico de la INDDHH. Se nos mantendrá al tanto de las mismas y notificará de las conclusiones a las que puedan arribar.
Quiera Dios conducirnos por caminos de vida plena, fortalecidos en el amor de Jesús.
Carola Tron
Pastora y Moderadora de la Mesa Valdense
La Institución Nacional de Derechos Humanos es una instancia independiente que constituye una institución del Poder Legislativo destinada a la defensa, promoción y protección en toda su extensión, de los derechos humanos reconocidos por la Constitución y el derecho internacional.