CADA ÁRBOL SE CONOCE POR SU FRUTO

Lee en tu Biblia: Lucas 16:13

Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.

Lucas nos cuenta que Jesús alaba la actitud del mayordomo de la parábola. Eso nos resulta un poco chocante en un principio porque era un mayordomo injusto. Pero la actitud alabada podría resumirse en: analizó la situación, calculó opciones y actuó rápida y decididamente para salvarse. Y a eso somos invitados: a considerar y actuar con coherencia, con decisión.

Ahora cuando calculamos, ¿en dónde ponemos la confianza realmente?

Hoy se habla con mucha frecuencia de educar en valores, en las familias y escuelas, y de los valores de tal o cual institución. Nadie aclara, ni parece preguntarse mucho, cuáles son esos valores. Las personas de fe tampoco aclaramos mucho, ni somos interrogadas acerca de en qué creemos, en qué depositamos nuestra confianza.

Sin embargo, en todos los casos aplicaría la frase de Jesús “Cada árbol se conoce por su fruto” (ver Lucas 6:44). Nos confesamos creyentes pero, ¿qué dirían quienes nos ven si no conocieran de nuestra fe?

¿Nuestras acciones revelan esa decidida acción orientada en el modelo de Jesús? Para decirlo en términos prácticos, ¿a qué le dedicamos más de ese tiempo que ciertamente nos ha sido dado?, o ¿a qué le dedicamos más energía, esfuerzo y voluntad?, o ¿educamos a nuestros hijos e hijas para que no busquen los primeros puestos?, o ¿cedemos y enseñamos a ceder no sólo asientos, sino lugares, protección, reconocimiento?, o ¿ponemos la confianza en Dios siempre o recién cuando la cuenta bancaria quedó en cero?

En esta realidad tan excluyente y expulsiva que se cobra cada día más vida humana y no humana, en la que más de un tercio de la humanidad se confiesa cristiana, debemos preguntarnos con seriedad y urgencia: Dónde está realmente nuestra confianza, cuáles son nuestras acciones coherentes y decididas en favor de la vida, dónde puede verse el fruto de estos valores y esta fe en lo individual y en lo colectivo.

Hoy podés revisar tu semana, los tiempos, recursos, encuentros. Hoy podés buscar a otras personas de tu comunidad que quieran hacer la diferencia en su entorno, en la naturaleza, en las vidas de personas que fueron excluidas de la más mínima posibilidad de bienestar o totalmente expulsadas de la vida y las redes sociales de distintas maneras.

Hoy todas y todos podemos retomar el sendero de la coherencia y mostrar frutos buenos a un mundo urgido por la vida.

Pastora Viviana Pinto

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.