Leemos en nuestra Biblia: Marcos 1: 14-20
Jesús fue a Galilea a proclamar el Evangelio del Reino de Dios. Decía: “el tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado” Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”.
Este texto me trae a la memoria la canción del Pescador, “Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan sólo quieres que yo te siga”.
Jesús camina proclamando el Evangelio del Reino de Dios y no limitó su invitación a algunos /as, como tampoco eligió una ciudad y un tiempo determinado, sino que todos/as tuvieron la oportunidad y la posibilidad de recibirla. En este caso fueron personas comunes, trabajadoras, pescadores que sólo tenían una barca y entre sus manos sostenían las redes, herramientas para llevar adelante la tarea de la pesca, convirtiéndose el producto de ésta en el sustento diario para ellos y su familia.
Jesús va hasta la orilla y los desafía a seguirle, los invita a dejar todo, la barca y las redes y caminar junto a Él. ¡Qué momento! ¿estaban preparados para para escuchar tal invitación? ¿Qué significaba para ellos caminar junto a Jesús? Pero la decisión fue firme, nada de miedos ni titubeos, ellos estaban dispuestos y convencidos del compromiso que implicaba seguir a Jesús. ¡Una decisión tomada! con la certeza que Jesús era el Hijo de Dios y lo que les ofrecía era ser “pescadores de hombres” ¡Cuánta confianza! ya que nunca se preocuparon por lo que iba a suceder si ellos dejaban su barca y sus redes a la deriva. La propuesta de Jesús y el desafío ante ellos no tenía comparación con nada.
¡Qué invitación y qué decisión! Jesús diariamente nos invita a caminar juntos, no hace distinción de unos/as y de otros/as, sino que su mirada está puesta en el corazón de sus hijos/as dispuestos a escucharlo y seguirle dejándose transformar e inundar por el amor verdadero y poder así ser multiplicadores de su mensaje. Hoy, como ocurrió hace miles de años, el llamado, la invitación permanece intacta ¿estamos dispuestos a dejar nuestra barca y redes para seguirle? ¿Qué significan en nuestras vidas hoy la barca y las redes? Estemos siempre preparados y mantengamos nuestro corazón abierto, recibamos y sigamos a Jesús y que nuestra decisión sea firme, ¡ya que caminar y vivir junto a Él no tiene precio!
Marta E. Garnier
Comunidad San Gustavo-La Paz, Entre Ríos, Argentina