Lee en tu Biblia: Juan 12: 20-33
La celebración de la pascua trasciende las fronteras de las religiones. Al menos en el mundo cristiano es una fecha con muchos símbolos. Lo era en la antigüedad y lo fue mucho más a partir de la irrupción de Jesús en la historia.
Nos plantea un cambio en la forma de ver la vida, de entenderla y sobre todo de entender la muerte. Cuando los griegos piden ver a Jesús lo hacen por necesidad. Cuando los discípulos le comentan a Jesús que lo quieren ver lo hacen por obligación. Son ellos en definitiva quienes “administran” la llegada al mesías. Si se hubieran negado los griegos tal vez se hubieran ido, o no.
El tema es, ¿somos nosotros administradores del tiempo para conocer a Jesús? Mi respuesta es: Si. ¿Y quién soy yo? Yo soy alguien que lo conoce, que cuando puede (y quiere) deja pasar a quienes estén interesados en Él. Pero también soy quien se pone celoso y lo cuida de tal manera que nadie se le acerca y en ese celo me doy cuenta que seguramente también me estoy alejando de lo esencial.
En este tiempo de cuaresma que transitamos es cuando más tenemos que abrirnos. En la navidad es más fácil, todo es fiesta, alegría, es el nacimiento. Pero sin la pascua no somos nada. ¿De qué nos sirve vivir sin la esperanza en la resurrección? Por eso cuando Jesús escucha a los discípulos que había gente de mas allá de sus fronteras que querían conocerlo contesta: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”.
Esta «glorificación» hará disponible la salvación para toda la humanidad. Es por eso que nosotros, administradores de sus enseñanzas, debemos abrir las puertas para que todos los que deseen entrar lo hagan. El miedo y la incertidumbre están afuera. No es que nosotros tengamos soluciones, pero sí podemos ofrecer fe y esperanza. Son etapas necesarias para entender y creer en la resurrección.
Por eso insisto en esto de la administración de lo que sentimos. No vivamos en la tristeza de la muerte, la pascua es vida más allá de la razón. Es esperanza, no es utopía, es un camino a recorrer con fe sabiendo que hay un lugar real al que llegaremos. Pascua es amor, comprensión y mas que nada, compromiso.
Brian Tron, Comunidad Valdense de Galvez, Santa Fe, Argentina.