Lee en tu Biblia: Marcos 1:9-15
Jesús decía: “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está entre ustedes, cambien su manera de pensar y su conducta, confíen y sean parte de esta buena noticia” (Marcos 1:15)
El Evangelio de Marcos es el más antiguo y el más breve, como si quisiera destacar y transmitir solo los aspectos más relevantes de la vida y enseñanzas de Jesús, despojado de otros artificios y notas de color. El relato de Marcos comienza con el testimonio y predicación de Juan el Bautista (Mc 1:1-8), y luego continúa con la presentación de Jesús ya adulto (Mc 1:9 ss). No hay aquí genealogías, relatos sobre el nacimiento, sueños, ángeles, cánticos, profecías, como en Mateo y Lucas.
La presentación de Jesús se resuelve en muy pocos versículos, que son los que corresponden a la reflexión de hoy (Mc 1:9-15). Allí se enfocan tres aspectos relevantes: el bautismo de Jesús (vv.9-11), la prueba en el desierto (vv.12-13), y el comienzo de su ministerio y predicación (vv.14-15).
Esta presentación de Jesús está estrechamente vinculada al testimonio y ministerio de Juan el Bautista. En su bautismo Jesús acepta y avala el ministerio de Juan, dando el ejemplo de que ese “arrepentimiento” que predicaba Juan debe comenzar por uno mismo. A su vez este enfoque en el arrepentimiento se va transformar en un énfasis importante de la enseñanza del mismo Jesús (ver Mc 1:15). La palabra “arrepentimiento” interpreta el término griego metanoia que tiene el sentido de transformación, conversión, cambio en la manera de pensar y de conducirse.
En el segundo momento Jesús va al desierto, donde es probado y tentado. En esto también evoca a Juan el Bautista que vivía en el desierto, y también al peregrinaje del pueblo de Israel durante 40 años, de allí también los 40 días. Cabe recordar que en la tradición bíblica el desierto representa el lugar de la prueba frente a muchos peligros y amenazas, pero también el lugar del encuentro con Dios, de oración y preparación, de discernimiento y fortalecimiento en su voluntad.
El mensaje de Jesús se resume en el anuncio del reino de Dios (Mc 1:15) que es diferente a los reinos del mundo en sus características y forma de funcionar. Este reino está cerca y ya está entre nosotros, y muchas veces se manifiesta de las maneras más inesperadas y en los lugares que menos imaginamos. El tiempo se ha cumplido, el tiempo es ahora, Jesús nos invita a confiar y ser parte de esta buena noticia. La mayoría de las versiones traducen el verbo griego pisteuo como “creer”, pero este verbo en su uso corriente reduce el sentido a una actividad más bien intelectual, y le quita fuerza al mensaje y al compromiso que implica.
Samuel Almada
Comunidad Anabautista Menonita de Buenos Aires
Alta Gracia (Córdoba)