UNA RONDA

Una ronda de manos femeninas, orantes
Estrecha en un abrazo al mundo, como a un hijo
Y cuenta sus pesares, sus risas, su esperanza

De la nieve a lo cálido de las islas del trópico
Nos abre la Escritura con ojos de confianza
De que el Dios que ha creado nos cuida vigilante

Una ronda de manos femeninas, orantes
Que se agita al llamarnos a conocer su tierra
Nos cuenta de sus sueños, del amor por su Cristo

De la sangre esparcida por violencia y por guerra
De distintas iglesias, de ideas contrastantes.
Madres al fin, nos piden que cuidemos sus hijos
Una ronda de manos femeninas, orantes
Se convierte en un puente amable, invitante
A unirnos como hermanos y orar juntos al Padre

Cual tendiendo una mesa que presiden las madres
Con ese pan crujiente, con ese pan amante
Como un Cuerpo de Cristo, femenino y orante.

(Con motivo de la celebración del Día Mundial de Oración 2018)

Domingo Ferrari, pastor metodista emérito

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