Culminó la quincuagésima novena Asamblea Sinodal Rioplatense

Temáticas relevantes

Momento de votación

El lunes por la tarde comenzó el trabajo de lectura y debate de los despachos de las respectivas áreas de trabajo del actual sínodo, que continuó durante todo el día de hoy. En este sentido, conversamos con Sergio Bertinat, quien presidió el encuentro.

“La primera consideración que haría sobre este sínodo es que todo transcurrió en un muy buen clima de trabajo, intenso, pero con mucho diálogo y en el que se pudieron ir resolviendo las diferencias de una buena manera. Se percibía una necesidad de resolver este momento de la iglesia en perspectiva de mirar hacia adelante, sabiendo que estamos en una etapa de cambios, transformaciones y transiciones, que fue una palabra muy utilizada”, manifestó.

En esta línea, uno de los temas relevantes fue identificar la necesidad de acompañar al Movimiento Juvenil que está, justamente, en un proceso de transición luego de la pandemia, entonces las comunidades deben estar muy atentas para poder hacerlo. Con este espíritu es que se aprobó un acto sinodal. Por otro lado, lo mismo sucede en torno a las comunicaciones, pues se inicia una etapa de transiciones en la búsqueda de realizar un trabajo en equipo, que pueda responder a las demandas de este tiempo.

De forma similar sucede con diaconía, luego del trabajo sinodal, se consensuó el inicio de un proceso de cambio de la estructura diacónica que tiene la Iglesia Valdense. Esta nueva instancia pondrá en marcha la búsqueda de una organización institucional hacia la diaconía que pueda dar respuestas a las obras institucionales, como los hogares, y también atender de modo particular a las obras al servicio comunitario que se vienen desarrollando en muchas iglesias y, en muchos casos, son invisibilizadas.

Por otro lado, Sergio Bertinat consideró que la celebración por la culminación de la primera etapa de la capacitación para laicos y laicas de la Iglesia Valdense “Esfuérzate en la Gracia” motivó el buen clima de esta asamblea. “Ese espíritu de alegría y celebración fue un aliciente. Contamos con 62 personas que han decidido dedicar parte de su tiempo para formarse y eso es una muestra de compromiso con la misión de la iglesia. En este sentido, no sólo se celebró, sino que se está pidiendo que la capacitación continúe, de esta o de otra forma”.

Además, se volvió a reafirmar el espíritu ecuménico de la Iglesia Valdense, celebrando y desafiando a continuar las iniciativas que nos permitan caminar de la mano junto a otras iglesias, sobre todo en lo que respecta a la formación teológica siendo parte de la Red Ecuménica de Educación Teológica (REET). Por último, la asamblea comenzó a planificar la celebración y recordación de los inicios del Movimiento Valdense. En el 2024 se cumplirán 850 años de aquellos comienzos y es un buen momento para hacer memoria y redescubrirnos como iglesias llamadas a un testimonio en medio de la sociedad.

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