Lee en tu Biblia: Marcos 10: 35-45
En estos días se cumplió un nuevo aniversario del 12 de octubre de 1492, cuando un puñado de personas de origen europeo llegó a la costa de las indias. Se trata de la llegada del genovés Cristóbal Colón, impulsado por la búsqueda de rutas comerciales que permitieran negocios rentables para los reinos de castilla y Aragón, quienes financiaron la travesía de las tres carabelas.
El propio Colón busca convertirse en beneficiario especial de tan arriesgada empresa. Desde el punto de vista europeo comenzó el descubrimiento de un nuevo mundo que prometía riquezas sin igual. En ningún momento se pensó desde el lugar de quienes habitaban estas tierras desde hacía centenares de años. Estos «indios” formaban parte del “almacén americano” que estaba a disposición de los descubridores. Se desata un feroz saqueo que tiene consecuencias fabulosas para las economías europeas y, supone de este lado una constante esclavización y aniquilación de recursos, personas y culturas aborígenes.
Lo que sucedió forma parte de una estructura de pensamiento, de una cosmovisión, donde los conquistadores europeos actúan lo aprendido: una superioridad otorgada por derecho divino. Esta superioridad permite dejar de lado a los demás como personas completas e hijos/as de Dios. Una de las armas más eficaces para legitimar el sometimiento descarnado fue la misma religión cristiana. Esta superioridad ya se había utilizado contra los judíos y los musulmanes.
Cuando leemos el Evangelio de Marcos aparece con nitidez como los propios discípulos de Jesús también buscan ventajas y beneficios personales en detrimento de los demás. Santiago y Juan, que forman parte de los doce, el núcleo más cercano a Jesús quieren asegurarse una recompensa por sus desvelos y piden solamente sentarse a la derecha e izquierda de Jesús en su reino. Aprovechan el descuido del resto y van por un arreglo beneficioso directamente con Jesús.
La idea de Santiago y Juan está fundamentada en lo que ellos han aprendido de los sucesivos gobiernos e imperios, donde el rey distribuye los puestos de honor y los privilegios entre los suyos.
Jesús les dice:-“ no saben lo que piden!!” El Reino de Dios es lo contrario de la búsqueda de beneficios personales y ansias de dominio y superioridad. Cuando los otros diez se enteran de las pretensiones de los hermanos se enojan mucho pero solo porque les habían ganado de mano!! Cada uno anhela recibir una recompensa hecha de honor y beneficios, un trato diferencial por estar cerca del rey Jesús. Hoy le llamaríamos sacar ventaja y suena feo, aunque la costumbre sigue viva y goza de buena salud.
La idea de privilegios es la puerta del dominio y la explotación. Cuando soy mejor o más grande merezco más, así de simple. Jesús rechaza de plano esta situación entre los suyos aunque la reconoce explícitamente en el accionar de los gobiernos. Entre ustedes no debe ser así!! El más grande es quien actúa el servicio a las personas en forma indiscriminada.
Jesús pone el mundo patas arriba y a nosotros/as con él. Se trata de servir, el dominio queda excluido. Se puede aprender de Jesús quien dio su vida por nosotros/as.
Pastor Juan Carlos Wagner
Hoy en suramerica se ha despertado un poco mas y se dan cuenta que esto no fue mas que un saqueo sin precedentes y taparon la infamia con el precedente del mal llamado descubrimiento de america, donde el saqueo y el derramamiento de sangre fue pan de cada dia sin contar con la esclavitud a la que sometieron a sus habitantes y en la mente de muchos ya esto es el verdadero estandarte de esa historia .