El periodista uruguayo Victor Bacchetta participó del seminario de la Comunidad de Iglesias en Misión (CEVAA). El encuentro fue organizado por la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata (IEVRP) en Montevideo, del 4 al 9 de julio de este año, con el tema: “Teología y Ecología: Mayordomía de la Creación”.
Víctor, a sus 76 años, sigue fiel a sus creencias periodísticas, políticas y sociales. Es un periodista comprometido con el cuidado de la casa común –la creación-, con la participación crítica y activa dentro de los movimientos sociales. Es por eso que desde el año 1992 decide dedicarse por completo al periodismo ambiental. Actualmente trabaja en El Observatorio del agua en Uruguay y en Sudestada: Periodismo y Transparencia.
Durante el seminario de la CEVAA, Víctor expuso públicamente sobre la problemática que está atravesando la región latinoamericana con respecto a ciertos proyectos de inversión, sus consecuencias e impactos ambientales.
En entrevista exclusiva con Verónica Biech, encargada de las comunicaciones de la IEVRP, el periodista nos cuenta sobre su comienzo profesional, su trabajo en pro del cuidado de medio ambiente y sus recomendaciones para los y las ambientalistas cristianas.
Comienzos. “Comencé a estudiar ingeniería, y en la mitad de la carrera, dadas las inquietudes sociales que siempre tuve, me dediqué al periodismo. Lo hice inicialmente en Montevideo, en varios diarios que permitían una opinión crítica de los gobiernos, en la década de los ‘60; época muy convulsiva en lo político y social. Varios diarios fueron clausurados por los gobiernos de turno y cerraron sus puertas. Luego, sobrevino la dictadura militar en el año 1973 y para evitar ser encarcelado, salí del país. Así que continué con el periodismo en distintos países: Argentina, Cuba, México y Brasil. También fui corresponsal de agencias internacionales de noticias.
En el año 1991 volví al Uruguay, donde trabajé en el Instituto del Tercer Mundo. Allí se editaba la Guía del Tercer Mundo, una especie de enciclopedia de historia de los países llamados del tercer mundo que luego pasó a llamarse: Guía del Mundo, una Visión desde el Sur. Así que agregamos la historia de los países del primer mundo y de las repúblicas del este europeo. El llamado campo socialista había empezado a desmembrase de la antigua Unión Soviética.
Y en el año 1992, después de la primera Cumbre de la Tierra organizada por la ONU y celebrada en Brasil, una de las reuniones más importantes de jefes de Estado y de gobiernos que se haya producido en el planeta, me dediqué de lleno al periodismo ambiental.”
Periodismo ambiental. “Percibí que la problemática ambiental incidía sobre los problemas sociales, económicos y políticos y es por eso que decidí dedicarme especialmente al periodismo ambiental, el cual no lo concebimos como un área disciplinaria sino que combina, justamente, con todas las otras disciplinas de esta profesión.
Al principio los movimientos ambientalistas no parecían tocar temas sociales o políticos, pero con la evolución del capitalismo y el desarrollo tecnológico que impacta cada vez más sobre la naturaleza, los problemas ambientales pasaron a estar vinculados directamente con la agenda política, económica y social de nuestros países. Es por eso que nuestra visión del periodismo ambiental es la de una combinación de varios factores que se manifiestan en las consecuencias e impactos que tienen ciertos desarrollos sobre el ecosistema, la sociedad, la calidad y las condiciones de vida de la población.
En el año 2000 en Porto Alegre, Brasil, se constituyó la Red de periodistas ambientales de América Latina y el Caribe (RedCALC), la cual persiste hasta hoy como un nexo de intercambio y de comunicación en la región. En América Latina tenemos un concepto abarcador de este periodismo que incluye a las culturas, ya que el medio ambiente depende de la forma cómo lo concebimos y nos relacionamos, lo cual está vinculado a la cultura de los pueblos.”
Movimiento por un Uruguay Sustentable. “Es una organización no partidaria que forma parte de mi militancia social. En el movimiento nos nucleamos ciudadanos de las más diversas actividades para tratar temas eco-sociales. Surgió en el año 2011 como consecuencia de un mega proyecto de minería a cielo abierto que proyectaba instalarse en el país.
Estamos en un etapa, no solo en el Uruguay sino en toda América Latina, de grandes inversiones que llegan a la región cuya característica común es que están destinadas a la extracción de materias primas de los recursos naturales que tenemos, con destino a las metrópolis más industrializadas de la economía mundial.
Dada la envergadura de esas inversiones, estos proyectos tienen grandes impactos sobre las poblaciones vecinas, sobre los recursos básicos: el agua y la tierra, fundamentalmente. Y como en el caso de Uruguay no hay grandes yacimientos minerales o de hidrocarburos, entonces recurren a la fertilidad de nuestras tierras, a la proliferación de ríos. En consecuencia aparecen, por un lado, grandes plantaciones de árboles para la producción de celulosa; y por otro lado, grandes plantaciones de soja destinada a la exportación, sin mayor procesamiento en el país.
Los movimientos, en primer lugar, necesitan tener la información de estos proyectos y conocer las implicaciones, los impactos para poder hacer una crítica fundada. Una parte del trabajo del Movus es tener la información y procesarla para transmitirla a las poblaciones afectadas. Es necesario también tener respaldo jurídico para evaluar los recursos legales existentes o bien para conocer las herramientas de participación que pueden usar las poblaciones con respecto a estos proyectos. En segunda instancia la tarea es de divulgación, comunicación hacia la población y los sectores afectados por un proyecto y finalmente, en una tercera instancia, es de vinculación con las movilizaciones sociales que se generan a partir de la inquietud y la conciencia que toman los sectores de la sociedad afectados.”
Ecoteología. “Cuando el pastor Hugo Armand Pilón me invitó a exponer en este seminario, no me sorprendí porque desde mi época juvenil tengo vinculación con la Iglesia Valdense, incluso por haber colaborado con el periódico Renacimiento de la juventud valdense. Además, cuando ya estaba mas abocado a la militancia social, participaba de Iglesia y Sociedad en América Latina, un núcleo de investigadores de temas sociales y políticos de la región. Por otro lado, también estuve vinculado en esa época con la teología de la liberación, tanto desarrollada en las iglesias protestantes como en la católica. Entonces, en la medida que hoy la temática ambiental está presente e impacta en las sociedades humanas, en particular a nuestra sociedad, me parece natural que la reflexión teológica tome la ecología como parte de su análisis, de la acción pastoral y de la acción como cristianos.”
Sugerencia. “Yo diría que para los ambientalistas cristianos, en particular, la situación que estamos viviendo hoy en nuestros países constituye un gran desafío y al mismo tiempo una gran oportunidad. Si miramos lo que está pasando, nuestras sociedades se han secularizado hasta tal punto que han ido perdiendo el sentido de su relación con la naturaleza y con el universo. En definitiva, con la creación. Es decir, nuestras sociedades, se han secularizado, urbanizado, en un bienestar que persigue el consumo y pierde de vista los efectos de ese proceso sobre las bases que sustentan nuestra vida, la del ser humano en la Tierra. Entonces, se vuelven sociedades que han perdido completamente la noción del valor sagrado de la Creación. Por eso creo que para encarar la temática ambiental, se debe recuperar ese sentido, el cual ha sido, a su vez, la base de la presencia de los cristianos en la Tierra. Tal vez por un tiempo parecían que eran separadas, la sociedad secular por un lado y las corrientes o las tendencias religiosas por otro lado. Pero la situación crítica que estamos viviendo hoy nos brinda la oportunidad de volver a una relación estrecha ente una cosa y la otra. Ese es el desafío y la gran oportunidad.”