MARTA Y MARÍA FRENTE A UN CONFLICTO

Lee en tu Biblia: Lucas: 10: 38-42

Lucas nos cuenta que Jesús se hospedó en casa de Marta ¡Imaginemos qué tan gratificante haya sido la visita del Maestro para Marta y su hermana María! También podemos imaginar los “nervios” de la anfitriona para que esté todo bajo control, comida, cama, teniendo en cuenta que no gozaban del beneficio de gas y luz con solo presionar un botón, sino que debían encender el fuego, poner aceite en las lámparas, buscar agua etc., muchos quehaceres que eran “propios” de las mujeres de su tiempo, al “servicio” de los demás.

Y pienso: ¡si conoceremos ese espacio de “servicio” desde limpiar, cocinar, remendar, coser, lavar etc. en los grupos de mujeres, ligas femeninas que nos fueron dadas por asignación, sin desmerecer en absoluto, esa gran tarea! Pero Jesús ante el reclamo de Marta (v40), seguramente “cansada” no sólo por el esfuerzo físico, sino tal vez, “agobiada” de responsabilidades, le pide al Señor, apelando a su autoridad (ser Maestro y hombre) que le llame la atención a María.

Vemos un vuelco en la situación de conflicto. No hay sanción para María. Le dice cariñosamente Marta, Marta…(v 41) como comprendiendo ese universo femenino en el cual “se ve atrapada” con demasiadas responsabilidades.

María escogió la mejor parte y nadie se la quitará (v 42) “se sentó a sus pies para escuchar lo que él decía”((v 39), pero Lucas no nos dice qué temas hablaba Jesús, pero sí sabemos que su misión era revelar y compartir a Dios, para hablar de su identidad de Padre-Madre y de la acción y presencia de su Espíritu….la mejor parte, la más necesaria.

El fluir de ese compartir con la identidad de Dios tal vez nos pueda dar una nueva clave de empoderamiento. Jesús no confronta ni juzga las distintas acciones de Marta y María (todo un mensaje frente a “posturas” en pro o en contra que tomamos como mujeres en temas de actualidad). Jesús comprende y nos “libera de los “agobios» los “yugos” que a veces cargamos, ya sean laborales, familiares o religiosos y nos invita a sentarnos a sus pies, a escucharlo para encontrar la verdadera identidad de ese Dios que se nos revela en cualquier parte, no sólo en las Iglesias sino en el lugar donde su Espíritu esté presente y …nos quedaremos con la mejor parte sin duda alguna.

Maria Rosa Vigna

Comunidad Valdense de Bahía Blanca

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.