Juan 20:1-18.
El amanecer de la resurrección llega con su claridad, ilumina una nueva verdad, la de Dios. Vence la muerte, resucita a la vida nueva, invitándonos a recordar aquellas otras imágenes de vida que Jesús fue grabando como instantáneas de resurrecciones en las retinas de sus seguidores y seguidoras, paso a paso durante su ministerio. Estas son como anticipos de la fiesta de la nueva pascua, de la Resurrección.
Encontramos esos anticipos en sus diálogos liberadores, en sus enseñanzas que invitan a la conversión, en los milagros y curaciones, en sus denuncias de opresión e injusticia. Jesús anticipó la vida nueva en la práctica de la verdad, en el compromiso por la inclusión, en resumidas cuentas: en el amor echado a andar. Porque la dinámica del amar no puede dar otros frutos diferentes a los de la justicia y la paz.
En esta Pascua, invitémonos a amanecer a la luz del resucitado. En un mundo donde el odio al amor pareciera haberse instalado como una máquina de generar tinieblas, no dejemos de sembrar vida, de circular luz a través de su amor.
Dios de la vida abundante y plena, que nos amas y nos desafías a cosas nuevas, gracias por hacernos aprendices de tu amor. Por participarnos en comunión de una mesa grande, generosa y abundante donde todos y todas tenemos un lugar.
Gracias porque nos salvas de la resignación, de la soledad, de la soberbia, de la injusticia, del hambre y del frío mostrándonos un Reino de Justicia, recordándonos que otro mundo es posible. Ayúdanos a buscar cada día esa promesa transformándonos y transformando, iluminadas e iluminados por tu amanecer de Resurrección. Amén.
Carola Tron
Moderadora Mesa Valdense