¡Acá estoy y acá podés vivir con dignidad!

La invitación de esta semana es compartir algunas ideas sobre el capítulo 15 de Lucas, específicamente los versículos 1-3, 11b-32.

En esta parte del Evangelio se narra cómo los fariseos y maestros de la Ley criticaban a Jesús por sentarse a comer con publicanos y pecadores. Acá abramos un paréntesis, no es menor el dato de compartir la comida en esa época -en la nuestra tampoco- porque son espacios en los que se da la posibilidad de construir un diálogo atento y manifiesta un gesto de igualdad que no necesita más palabras. Si hoy pudiéramos ver una foto, sería hermosa: un Jesús que se sienta a comer y charlar con quienes, se suponía, no debía compartir nada, con quienes han sido excluidos y excluidas.

Volvamos al texto, frente a estos reclamos Lucas, o mejor dicho la comunidad de Lucas, nos cuenta que Jesús utilizó tres parábolas para reflexionar con ellos sobre el por qué de estos hechos que cuestionaban. Tres historias cargadas de símbolos en los que no ahondaremos aquí, pero que nos permiten pensar en el proyecto de vida buena y abundante que Jesús anunciaba en su marcha.

De esos tres cuentos con los que Jesús habla, me tocó el del hijo pródigo. La historia de un joven que pide a su padre lo que le corresponde de herencia, lo gasta todo y cuando se encuentra en una encrucijada, decide volver en busca del perdón, con la propuesta de ser tratado como un trabajador en la hacienda de su familia. Al contrario de lo que imaginaba sería la respuesta de su padre, éste lo recibió organizando una fiesta. Y ahí aparece el hermano mayor, enojado por la misericordia del padre, quien en su intento por convencerlo de entrar y gozar él también, le dice: “Más era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano estaba muerto y ha revivido; se había perdido y es hallado” (Lc 15:32).

Me gusta esta frase final del capítulo porque nos hablá de un Dios que se alegra de ver los cambios en alguien, que da otra oportunidad, que más allá de no compartir la decisión tomada, abre la posibilidad de reflexión personal, de mirarse a una misma y a uno mismo en su trayecto de vida. Estoy haciendo una comparación del padre que recibe a su hijo con un Dios misericordioso que nos dice: acá estoy y acá podés vivir con dignidad, no solo vos sino todas y todos quienes habitan esta tierra.

Mariano Chialva

Comunidad Valdense de Paraná- Santa Fe, Argentina.

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.

2 Comentarios

  1. Buenas tardes.
    los saludo desde Buenaventura Colombia.
    Por cosas de Dios les he encontrado mirando un documental de YouTube que se llama : Apocalipsis – La Novia, la Bestia y Babilonia – doblado al español.
    Les comparto el vinculo, por si a algunos de ustedes le interesa ver : https://www.youtube.com/watch?v=oH50VyJ00Bc&ab_channel=LogosTV
    Allí hablan de como su fundador abordo las enseñanzas bíblicas de una forma sencilla y sus seguidores se hicieron mártires por el derecho de leer y compartir la biblia de forma libre.
    Y ahora que leo la interpretación, del hijo prodigo que ustedes, amablemente comparten; siento una gran brisa fresca, que alegra y llena de regocijo mi corazón.
    Y aunque he sido Católica de toda una vida, siento que algo le falta a mi espiritualidad.
    Mi profesora dice que nada pasa en el mundo por casualidad; por eso cuando en el documental hablaron de ustedes me di a la tarea de investigar sobre su historia y en los preceptos religiosos que ustedes profesan.
    Y es lo que siempre había sospechado y sentido.
    Pero solo hasta ahora que tengo 50 años, y que hay mas acceso a información es que estoy en mi cruzada del redescubrimiento a una espiritualidad como la que enseño Jesús en el principio del cristianismo.
    Gracias por no dejar que su amor y devoción desaparecieran, como un capitulo mas de la historia.
    Me a alegrado la tarde saber de su existencia.

    • Hola: muchas gracias por su mensaje. Nos alegra mucho saber sobre encuentro con la espiritualidad de la Iglesia Valdense. Lamentablemente, no tenemos ninguna sede en Colombia, pero si llegar a visitar Argentina o Uruguay, seguro que podría visitar alguna de nuestras comunidades. Bendiciones!
      Verónica.

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