Lee en tu Biblia: Juan 20:1-18.
¿Quién es esta mujer que se aleja sola de la ciudad? ¡Qué atrevida, sin hombre que la acompañe, y con el paso firme, como si no tuviera miedo, o respeto por el orden de la sociedad!
Es Maria, del pueblito de Magdala, la apostola olvidada por los evangelios, y por la cristiandad, por ser nada más y nada menos que mujer. Ella que abandonó su casa, sus obligaciones y su familia para seguir al hijo de Dios, ella que aprendió de él, que lo acompañó en la vida y hasta la cruz, ella que ahora está yendo a cuidar el cuerpo, y que llorará en no encontrarlo, ella que seguirá predicando toda su vida la buena nueva, ella que asume el compromiso de ser misionera por el mundo, sin dejarse asustar por los varones dueños de la sociedad en la que vive.
Ella es la mujer que Jesús elige para anunciar su resurrección, aunque sepa que no será escuchada, aunque sepa que una simple mujer no tiene ningún valor en aquella sociedad. Sería sin duda mucho más simple enviar a un hombre, a un discípulo. Pero Jesús elige a María como primer acto de la tierra nueva que vino a anunciar. Rompe con la creencia que Eva nació de Adam, y nos invita a empezar juntas y juntos a trabajar y luchar para construir un mundo diferente.
Es el mensaje de la cristiandad que voy buscando en la Biblia, que sigo buscando en mi Iglesia, y en mi fe, la búsqueda de una vida plena y abundante para todas y todos, donde por fin no importe el género de pertenencia, y donde la violencia que sufren nuestros cuerpos a diario quede en un recuerdo lejano.
La revolución es feminista, nos dijo al oído Jesús, el día de su resurrección. Es un mensaje de lucha y esperanza que hasta el día de hoy se intenta transformar, ocultar y esconder. Un mensaje que cada día parece más importante, y las mujeres mismas lo tenemos que gritar para que sea escuchado como murmullo. Un mensaje que se vuelve acción en cada lucha, en cada paso que damos en el día a día para alejarnos de la cultura de muerte que nos rodea, y construir juntas y juntos la tierra nueva que Jesús vino a anunciarnos.
Myriam Sappé
Me gustó mucho el anuncio , nunca lo había mirado desde ese punto . Bendiciones en abundancia .