Otro mundo es posible

Nació sin un lugar digno donde estar. Compartió su nacimiento con los trabajadores considerados impuros de la época. Era de familia campesina de un pueblito. Lo vinieron a ver reyes como si fuera a ser un emperador.

Anduvo entre el pueblo, los campesinos que vivían al borde de perder sus tierras, los despreciados, los marginados y otros más lo siguieron. Se convirtió, cambió su manera de ser, en su camina.

Fue a poner al desnudo la injusticia del poder central de su tiempo y su tierra. Allí fue asesinado por los corruptos de su pueblo y el imperio dominante. En sociedad conveniente. Su familia no tuvo un cuerpo.

Fue glorificado por sus seguidores como un emperador. El pueblo humilde, los marginados y pobres, tuvieron un servidor que resucitó como los emperadores del imperio. Enaltecido en su pobreza, la esperanza del reino justo del cual hablaba, se esparció.

Como ayer, hoy y mañana: «OTRO MUNDO ES POSIBLE».

Con fe y esperanzas transformadoras,

Gustavo Darío Reimondo

Comunidad Valdense de Flores, CABA, Argentina.

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.