REFLEXIONES – Edición noviembre 2020

Memoria, Resistencia y Esperanza

Evangelio de Mateo 22: 36-40                     

36–Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?

37Jesús le dijo:

–‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.’ 38Este es el más importante y el primero de los mandamientos. 39Y el segundo es parecido a éste: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ 40De estos dos mandamientos pende toda la ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas.

Estos versículos, tan fundamentales en el cristianismo, resaltan y resumen el mensaje de todo el Evangelio, de la buena noticia que anuncia Jesús y sus discípulxs.

El contexto en el que se enmarca este extracto del relato que compartimos aquí, está signado por una serie precedente de encuentros entre Jesús y diferentes representantes del Templo, de la religión judía, y algunos representantes políticos (ver capítulo 21 y 22). Se relatan diferentes discusiones e intercambios sobre cuestiones religiosas y teológicas, en donde Jesús habla por medio de parábolas, a la vez que cita y reinterpreta la Ley y el mensaje de los Profetas.

En nuestro pasaje, Jesús da una respuesta -a la pregunta que le hiciera un maestro de la Ley unos versículos antes- en la que hace una síntesis de los mandamientos y de las enseñanzas de los profetas. De esta manera, por un lado, se aleja de la mirada meramente legalista y tradicional que generalmente se predicaba y sobre la cual se instruía al pueblo en aquella época. Y, por el otro, expone una forma distinta de comprender a Dios en relación con cada persona y de las personas entre sí, proclamando el amor, el amar, como parte fundante de estos vínculos, pero también como acción vinculante.

Ama. No es meramente un imperativo moral, sino que es una acción, lo que se pone en práctica, es lo que nos vincula con Dios y con nuestrxs prójimxs. Amar no es algo determinado, ni siquiera es aquello que «declaramos» sino que, fundamentalmente, es lo que hacemos. Por ende, está atravesado por las circunstancias que nos rodean a las personas en vínculo con otrxs, allí se conjugan diversas situaciones que desafían y condicionan nuestras acciones, emociones y decisiones.

Además, el mensaje de Jesús, y de la comunidad de Mateo en este caso, tiene aún más potencia cuando lo ubicamos en sus respectivos tiempos históricos. La hostilidad, la vigencia de diferentes formas de exclusión y explotación perpetrada por los poderes imperantes, las profundas desigualdades económicas y sociales configuraban el escenario de la época bíblica. Por lo que la proclamación de la buena noticia no solamente implicaba una confrontación con el Templo en Jerusalén, sino que también se conjugaba con las prácticas que sostenían Jesús y lxs discípulxs. Las acciones que llevaban adelante y que son testimoniadas en los Evangelios también dan cuenta de la interpretación que hacían del mensaje de la Ley y de los profetas.

En este tiempo cercano al día de la Reforma Protestante hacemos memoria del acontecimiento más importante del siglo XVI para la Iglesia Cristiana.

 

Recordamos los grandes aportes hechos por tantas personas que nos legaron una forma de vivir la fe desde la libertad personal, reivindicando el mensaje bíblico como palabra revelada al pueblo, proclamando el servicio mutuo entre las personas, entre otras muchas perspectivas que abrieron nuevos caminos pero que también denunciaban distintas formas de exclusión, represión y explotación que sucedían en ese entonces.

 

Hacemos memoria, rescatamos la contundencia de los mensajes que proclamaban al Dios liberador de la historia, reconocemos la potencia de las resistencias de distintas comunidades y grupos de personas que anunciaban la esperanza, pero que también transformaban con sus acciones la realidad de la que eran parte.

Hoy también sabemos lo que significa vivir, sobrevivir, en tiempos hostiles, conocemos las injusticias cotidianas e históricas que padecen tantas personas y toda la creación. Somos testigxs de la resistencia con fe y esperanza que se va tejiendo entre muchxs, que anuncia otra realidad posible. Seamos parte de quienes proclaman y practican cada día el amar a Dios y a lxs prójimxs.

 

Yanina Vigna
Equipo editor

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