CUANDO SE NOS CORRE EL EJE

Lee en tu Biblia: Marcos 2:23-3:6

Un dicho popular dice que el humano es un animal de costumbres. Nuestros hábitos y rutinas forman parte de nosotros/as y habla, de alguna manera, de lo que somos, y también del entorno que nos rodea.

No podemos vivir ajenos a la tradición, ya que toda tradición habla de la historia de un pueblo, una historia determinada y particular que sigue vigente mediante la memoria y sus costumbres que apelan a esa memoria. Algunas costumbres que tuvieron su vigencia y relevancia pueden tornarse algo rutinario, ante lo cual, no nos cuestionamos por qué hacemos lo que hacemos.

Jesús va poner en cuestión la tradición, pero no para descartarla, ni para decir que es inútil sino para animarse a cuestionarla y reverla en función de su sentido y pertinencia según el tiempo en que le toca vivir.

El sábado era un tiempo de descanso que igualaba, tanto a patrones y dueños como a siervos y esclavos. Era la posibilidad de un respiro que permitía disfrutar dando gracias a Dios, haciendo memoria de que ese Dios también quiere el descanso para su creación. Sin embargo, esa posibilidad de alguna manera revolucionaria, en un modelo de producción muy duro que exigía el sometimiento y la entrega al trabajo, se había tornado en un extremismo carente de sentido.

En donde ese día ya no era para el disfrute, sino que se había tornado la posesión y control de un determinado grupo como son los fariseos quienes se imponían para juzgar lo bueno y lo malo, lo puro y lo impuro. A partir de lo cual buscarán tender una encrucijada a Jesús.

El hambre y la enfermedad para algunos puede esperar….puede esperar porque hay que cumplir los mandatos de no hacer nada que requiera un esfuerzo mínimo.

Jesucristo dejará en evidencia la incoherencia de este pensamiento, haciendo ver que la vida, el hermano y hermana que tenemos enfrente vale más que cualquier ritual por cumplir.

Somos tentados a cumplir por cumplir, pero quiera Dios que podamos desarmar nuestras estructuras para ser mas sensibles y amorosos con lo que nos pasa, y con quien tenemos para poder vivir ese amor genuino, de un Dios que hace memoria mediante gestos y rostros.

Alfredo Servetti
Estudiante de Teología. Atención pastoral en la Comunidad Valdense de Flores.

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.

Un comentario

  1. Gracias Alfredo por recordarme que no debo apartarme de mi eje… que es amar al prójimo y poder ayudarlo. En fin, servir en la obra del Señor. Y compartir mi vida en Cristo Jesús haciendo algo útil para los demás.
    Dios no nos suelta de su mano….por la fe somos salvos y por las obras nos conocerá pues deben ser consecuentes con nuestra fe… aunque no seamos perfectos somos de Jesús.

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