De tal suelo, tal alimento

“El hombre solamente tendrá salud si los alimentos poseen energía vital. Los alimentos solamente poseen energía vital si las plantas fueran saludables. Las plantas solamente serán saludables si el suelo fuera saludable”.

Suelo sano- planta sana- hombre sano– Ana Primavesi

Desde hace ya varios años las dinámicas de vida nos han llevado a que el tiempo que dedicamos a la preparación de alimentos sea cada vez menor. La importancia que se le da a la preparación ha disminuido. Se está perdiendo el ‘cómo cocinar’. La mujer sale a trabajar cada vez más horas fuera de la casa, el hombre se está incorporando a las tareas domésticas, pero no tan rápido a la cocina. ¡Las abuelas son muy jóvenes! Algunas ni siquiera tienen aspecto de ‘una abuela de antes” y ellas también tienen sus actividades, trabajos y no están todo el día en la cocina, como quizás muchos recordamos. Aquello de que en ‘lo de la abuela siempre había cosas ricas’, está dejando de ser la regla.

La importancia que se le da a la preparación ha disminuido. Se está perdiendo el ‘cómo cocinar’.


La industria de alimentos prontos para consumir (papas fritas, papas noisette, nugets, hamburguesas y una infinidad de opciones más de comidas que están listas en 15 minutos) se ha extendido muchísimo en los últimos tiempos y ha “ayudado” a solucionar el problema del poco tiempo que se le dedica a la cocina. Además hay una percepción de que todo esto es más rico que lo casero, pero prácticamente todos esos alimentos están, en realidad, vacíos.


La frase “No todo lo que se lleva a la boca nutre” apunta a eso: alimentarse y nutrir son cosas bien diferentes. Podemos estar alimentándonos muy bien, quedar satisfechos con lo que ingerimos por volumen y variedad, y estar con sobrepeso, padecer enfermedades, podemos estar consumiendo jugos de frutas envasados, pero tener deficiencias o carencias de algunos nutrientes. ¿Qué nos está pasando? Puede que estemos consumiendo muchos alimentos vacíos. ¿Qué significa eso?

Alimentos vacíos son aquellos que por su composición solo suministran energía o calorías, sin aportar ningún otro nutriente como proteínas, minerales o vitaminas, que son esenciales para una buena salud. Algunos ejemplos son los alimentos precocidos, galletitas, alfajores, jugos en cajas, leches chocolatadas o embutidos, entre otros.


Hoy en día, nuestros suelos, donde producimos los alimentos, en muchos casos están prácticamente muertos, debido al uso de agrotóxicos durante más de 30 años. No hay insectos, no hay lombrices, no hay microorganismos que descompongan las hojas o los rastrojos de los cultivos. Hoy podemos ver que los rastrojos de maíz o sorgo demoran en desaparecer del suelo más de dos años y eso es porque no hay agentes que los descompongan.

Alimentos vacíos son aquellos que por su composición solo suministran energía o calorías, sin aportar ningún otro nutriente como proteínas, minerales o vitaminas.


Ana Primavesi, Ingeniara Agrónoma que trabajó en Brasil, principalmente en la investigación sobre el manejo ecológico del suelo, sostiene que un suelo decadente está enfermo, un suelo enfermo solamente puede crear plantas deficientes, o sea enfermas. Y las plantas enfermas se vuelven productos de bajo valor biológico por eso son atacadas por las plagas y enfermedades, y por eso necesitan de tantas aplicaciones. Las plantas enfermas suministran alimentos incompletos y los hombres y mujeres que los consumen, también están enfermos físicamente y también atacados de los nervios.


Investigadores tanto brasileños (Callegaro, J.N.) como estadounidense (Kim Dietrich, Universidad de Cincinnati), han descubierto que cuando las personas han estado expuestas durante la niñez a altos niveles de plomo, cadmio y otros metales pesados, pueden volverse violentas en la etapa adulta. Las generaciones de más edad han estado expuestas al plomo a través de muchos objetos de uso cotidiano como pinturas, cañerías, juguetes, naftas. En niños con altos niveles de cadmio se observan dificultades de aprendizaje e hiperactividad. Bajos niveles de zinc y altos de cobre, vuelve a cobre tóxico y activa la violencia. Cuando el Manganeso está alterado se relaciona con la epilepsia, depresión, esquizofrenia, y violencia. Da para pensar…

En niños con altos niveles de cadmio se observan dificultades de aprendizaje e hiperactividad.

Además de todo lo anterior se registran diferencias en la composición y en las cantidades de minerales observados en las frutas y verduras producidas de manera convencional y orgánica. Según Worthington (2001), varios estudios indican un mayor contenido de hierro, magnesio y fósforo en cultivos orgánicos. Una posible explicación es la mayor cantidad de microorganismos presentes en el suelo (suelo con vida) de sistemas orgánicos, que generan compuestos bioactivos que quedan disponibles para que la planta los absorba.


Por un lado, tenemos los alimentos vacíos, por otro lado, quizás estemos contaminados con metales pesados que podrían incluso, volvernos más agresivos. Y a eso le agregamos que lo que consumimos viene de un suelo con carencias. ¿Entonces con qué nos estamos nutriendo? ¿Cuántos nutrientes esenciales para una vida saludable nos están haciendo falta?


Hemos visto que la suplementación de minerales la tenemos en las harinas, con el agregado por ley de hierro y ácido fólico; en la sal yodada, fluorada, y yodofluorada. A las mujeres que están pensando en tener un bebé se les dan vitaminas antes y durante los primeros meses de embarazo para evitar malformaciones. A los bebés, cuando comienzan a comer, se les suplementa con hierro. Todos esos nutrientes se encuentran en frutas y verduras frescas, legumbres, carnes y si son producidas de manera orgánica se encuentran en mayor proporción y en equilibrio. El cuerpo no necesita grandes cantidades de minerales o vitaminas, solo necesita que estén en equilibrio.

El cuerpo no necesita grandes cantidades de minerales o vitaminas, solo necesita que estén en equilibrio.

Si le diéramos a la alimentación la atención que realmente necesita, quizás no deberíamos recurrir a disposiciones o normativas que nos obliguen a todos a consumir productos suplementados. Todos nuestros alimentos provienen del suelo, al igual que los alimentos de los animales. Por lo tanto, un suelo sano, dará origen a plantas sanas, y tendremos un cuerpo y mente sano.

Ivette Sibille Tourn


Sobre la autora. Ingeniera Agrónoma. Desde 2015 se dedica a la agroecología. Es productora de hortalizas, integrante de la Red de Agroecología del Uruguay. Forma parte del grupo de productores orgánicos que venden sus productos en conjunto.
Trabaja en el Centro Emmanuel desde enero 2020 fomentando la producción y el consumo de productos agroecológicos. Es mamá de dos hijos


Bibliografía

  • Callegaro, Juarez. Psiquiatra. Mente criativa; a aventura do cerebro bem nutrido.Petropolis: Vozes, 2008.
  • Ana Primavesi. 2016 2da Ed. Maual so solo vivo. Solo sadio, planta sadia, ser humandosadio. Expressao popular. Sao Paulo.

Nota publicada en el Boletín: «Cuestión de Fe» – Edición abril 2021

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