“Donde está tu riqueza, allí está tu corazón”

Leemos en nuestras Biblias: Lucas 12:32-40

Apronto el mate, prendo la estufa, fueguito…. Y pienso en el texto que hace días está dando vueltas en mi cabeza. Jesús diciendo: “donde está tu riqueza, allí está tu corazón”.

Una pequeñísima búsqueda me lleva a saber que: Jesús había decidido ir a Jerusalén, el centro del poder, se enfrenta con los fariseos, las multitudes lo siguen y estamos en el capítulo 11 y 12 de Lucas frente a las enseñanzas de Jesús. A sus discípulos y a las multitudes. “Desde el Jesús de la historia hasta la redacción del Evangelio de Lucas hay un lapso de más de 55 años y un salto cultural desde la cultura galileana-judaica hasta la cultura helenista, desde la cultura del campo hasta aquella de la ciudad” Richard, Ribla 44).

Jesús… redacción del evangelio… yo sentada en la compu… ¿Tengo derecho a decir algo? ¿Tengo derecho a decir algo sobre un texto tan complejo y con saltos desde lo cronológico, geográfico, cultural en la propia redacción y en mi lectura? Cuando lo hago, me siento atrevida, irresponsable. Cuando lo escucho en otros y otras siento que me estafan, que me engañan, diciendo palabras vacías, o peor aún diciendo lo que quieren decir usando la Palabra de Dios.

Con lectoras y lectores, en comunidad, quiero orar: Amorosa divinidad, no me dejes decir qué quiso decir Jesús, ni mucho menos qué tienen que hacer otros tomando lo que yo creo que quiso decir. Pero me gustaría contarte lo que sentipensé todos estos días de pasar por el corazón y por la panza el texto de Lucas. Claro que tenemos que confiar en Ti antes que en cualquiera, nada es seguro sino Tu Amor. Cuando compartí la vida con personas que no tenían ninguna seguridad económica o de posicionamiento social estaba claro que su fe era mucho más auténtica que la mía. Pero también es cierto que he recibido años de enseñanzas sobre responsabilidad, trabajo, ahorro. Así como Lucas lee las enseñanzas de Jesús entregadas a comunidades judías en el campo desde sus comunidades de ciudad y con fuerte influencia griega. Yo intento hoy saber cómo tengo que vivir de acuerdo a tus enseñanzas en mi contexto, quiero decirte que no es fácil porque se juntan estas cosas con mis propios miedos, excusas, mi comodidad y mi egoísmo. 

Dos cosas más quiero contarte, como siempre a pesar de mis “polémicas”, tu palabra me sorprende, me enamora… Jesús nos dice que somos unas pocas ovejas y nos dará el Reino. Y yo siento que a pesar de todo sigue confiando en nosotres y nos quiere sumar a Su Proyecto, que es-será un Proyecto donde no tenga que tener tanto miedo, porque todos, todas, todes tendremos lo necesario, pero además afirma  que será un proyecto de justicia, porque los ricos tendrán que devolver lo que han robado. Y estoy leyendo a Lucas, que desde el Magnificat para adelante no hace nada más que preocuparse por dejar claro qué pasará con los pobres y con los ricos, porque es lo que Vos querés desde el principio: ¡justicia!. Y si las hermanas y hermanos pobres tienen lo que necesitan para vivir dignamente, si yo puedo dejar de tener miedo y los ricos dejan de acumular destruyendo la vida, la Vida toda, la que vos nos regalaste, el Reino estará siendo. Y siento que me invitás, que yo tengo que hacer algo: convertirme, poner mi confianza en tu amor, denunciar la injusticia. Que tenemos que hacerlo aunque seamos unas pocas ovejas… miedosas, egoístas, traidoras, pero a las que seguís amando, llamando. 

Y Diosita, Diosito, una última cosa: quiero pedirte que nos sigas regalando la comunidad y desafiando a ser comunidad para leer juntas, Tu Palabra, en oración que es la única manera creo, de ser un poco más fieles. Me gusta la idea de que nos invites a tu mesa y sé que sólo con la fuerza esperanzadora de la comunidad nos mantendremos amando tu Proyecto, cuidando la dignidad de tus hijas e hijos. Amén.

Blanca Geymonat

Ex-Directora del Parque 17 de Febrero, Uruguay.

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.