LO COMUNITARIO, CONSTRUCCIONES NECESARIAS

Apuntes de la Directora

En este número trabajamos sobre fundamentalismos. Es un tema complejo, podemos decir que su surgimiento se remonta a varias décadas atrás y que, al mismo ritmo de nuestras sociedades, va cambiando su estrategia con el paso del tiempo.

Una primera aproximación a la historia y explicación de este concepto la vamos a encontrar en la página 4, donde el equipo editor dice: «Lo que han encontrado los fundamentalistas es una norma interpretativa de absoluta verdad. La autoridad de su pensamiento proviene de las Sagradas Escrituras: son ellas quienes dictan la objetividad, la verdad, y no el ser humano. Es un pensamiento auto-verificante: yo tengo la verdad porque este libro la dicta y dice que yo la tengo. No hay posibilidad de otro postulado dentro de las mismas Sagradas Escrituras, sino que ellos poseen el monopolio del conocimiento de lo que allí se dice.

El fundamentalismo entendido desde aquí es un planteo simbólicamente muy fuerte: no da rodeos en declarar que posee toda la verdad; pero al mismo tiempo es un planteo absolutamente débil ante cualquier crítica: sobre el final son una serie de personas, y no la biblia en sí quienes dictan qué textos deben leerse e interpretarse letra por letra.»

Entonces podría decir que los fundamentalismos trabajan con verdades absolutas bajo el brazo, delimitan lo real y levantan su voz en nombre de ‘la’ verdad. Ahora bien, ¿se trata de actitudes fundamentalistas o se es fundamentalista tiempo completo? En mi opinión, son innegables las dos, pero más allá de que tenemos la tarea de revisarnos personal y comunitariamente con esto en mente; es urgente que podamos advertir que los fundamentalismos en nuestras sociedades trabajan en pos de las polarizaciones.

En varias páginas de esta edición, aparece la importancia de las construcciones colectivas y comunitarias, ya vamos a leer porqué surgen y porqué son importantes, pero claramente es una forma de respuesta para que los fundamentalismos no nos atrapen; y digo claramente porque sabemos por nuestra historia que el espíritu comunitario es lo que mantiene viva nuestra fe. Quizás en este tiempo más que en otros, es arriesgado intentar pensar críticamente, leer la Biblia o reflexionar en soledad… ¿Por qué digo esto? Porque en estos tiempos con un click tenemos una definición sin saber quién la escribió, y en diez minutos encontramos más de cien opciones de lectura sobre un solo tema; y que incluso, podemos leer infinitos artículos creyendo que son sólo diferentes puntos de vista… es necesario, hasta diría indispensable, el ejercicio de diálogo y la lectura comunitaria de la Biblia. Hace unas editoriales atrás, hablábamos del rol de los medios en la ‘realidad’, hoy lo vuelvo a traer, porque es necesario comprender que cada artículo que leemos –sobre todo en la web- tiene una intencionalidad, un propósito, un objetivo.

Claro que cada unx puede tener una opinión sobre un tema específico, pero en comunidad podemos comprender otras perspectivas, podemos empatizar con alguien que le pasó o piensa diferente. El verdadero diálogo se construye sin verdades absolutas, podemos ser diferentes y pensar diferentes; eso no quita que compartamos momentos, experiencias y la fe que nos hace tan bien.

Creo que uno de los desafíos más importantes para las comunidades de fe hoy, es seguir teniendo espacios comunitarios donde podamos escucharnos y hablarnos atentamente sin perder de vista que no somos enemigxs. Intentando comprender todas las situaciones nunca son tan reduccionistas como elegir entre blanco o negro, invierno o verano, injusticia o justicia, verdad o mentira un lado o el otro; incluso en la mayoría de los cosas, no se trata de elegir. El verdadero desafío es trascender las polarizaciones que nos buscan dividir, que nos quieren separar. Hagamos el ejercicio de pensar críticamente porqué, a quiénes beneficia y a quiénes perjudica plantear tan tajantemente estas divisiones. No es simple, no es fácil, sino al contrario, suele ser molesto y complicado, pero intentemos poner por encima de toda discusión la búsqueda de vida plena para todxs, que es, desde mi perspectiva, el compromiso que tenemos como cristianxs.

Daiana Genre Bert

Publicado en Editoriales, Página Valdense.

Un comentario

  1. Buenas tardes mi nombre es José Eugenio y vivo en Colima, México. El propósito de mi mensaje es para saludarles y establecer un medio de comunicación para estar en condiciones de intercambiar las interpretaciones que se derivan de las Sagradas Escrituras.
    Espero que tengan a bien dar respuesta a esta solicitud y mientras tanto espero que podamos coincidir para bien.

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