El encuentro

El pasaje bíblico nos ofrece una profunda reflexión sobre la fe y el reconocimiento de Jesús como el Hijo de Dios. Trasladándolo a nuestro tiempo y a nuestra vida diaria, es esencial mantener una fe inquebrantable, similar a la de Natanael, quien, a pesar de tener dudas iniciales, reconoce a Jesús como el Rey de Israel. Debemos ser sinceros-as en nuestra fe, sin engaños ni falsedades, creyendo en las palabras y enseñanzas de Jesús, incluso cuando no comprendamos completamente su significado o alcance.

Asimismo, se nos anima a aceptar a las personas sin prejuicios sobre su origen, raza o color de piel. Este pasaje nos insta a buscar y contemplar «cosas mayores», manteniendo nuestros corazones y mentes abiertas a la presencia y acción de Dios en nuestras vidas. Nos recuerda que, a través de la fe, podemos «ver el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Esforcémonos por vivir según estos principios, siendo auténticos-as en nuestra fe. Esto nos conducirá a encontrar consuelo, orientación y fortaleza espiritual. Acerquémonos a quienes nos necesitan, entendiendo que la ayuda no siempre se limita al dinero, sino que a menudo una palabra amable o simplemente escuchar puede marcar la diferencia. Sigamos el ejemplo de Jesús al decir a Felipe: «Te vi bajo la higuera». Que nuestras acciones revelen nuestro compromiso, acercándonos más al Señor de la vida. Amén.

Publicado en Reflexiones - Pan de Vida.